La verdad detrás de los Déjà Vu
Un Déjà vu es una experiencia muy particular en la que sentimos que al descubrir algo nuevo, ya lo habíamos vivido antes.
18 agosto, 2016 09:02Noticias relacionadas
Del francés “ya visto“, un Déjà vu es una experiencia muy particular en la que sentimos que al descubrir algo nuevo, ya lo habíamos vivido antes.
Hay personas que piensan que se trata de una exageración, un fenómeno más propio de una película de ciencia ficción. La realidad es que un Déjà vu no es ni de cerca un hecho místico o paranormal, sino más bien algo que todo ser humano ha podido experimentar en su vida.
Después de décadas investigando sus origen, la ciencia ha podido explicar cómo funciona un Déjà vu. Dirigidos por el investigador Akira O’Connor de la Universidad de St Andrews en Reino Unido, un equipo de neurocientíficos ha demostrado el funcionamiento de esta experiencia en laboratorio con un estudio publicado en PeerJ.
La ciencia de los falsos recuerdos
Los investigadores emplearon un truco muy popular entre la comunidad de neurociencia que se basa en implementar “falsos recuerdos” en la mente de los participantes del estudio. Con este sencillo ejemplo de la investigadora Jessica Hamzelou lo entenderéis mejor:
Recitar palabras cómo almohada, cama, noche, no está consiguiendo otro efecto que el de pensar en dormir, sin decir directamente la palabra.
Con esta lógica de su mano, los investigadores hicieron una lista con diferentes palabras que contarían a los participantes, para luego pedir que digan cuales recuerdan.
El resultado fue muy particular, pues cómo predijeron los investigadores, los participantes repetían palabras que no estaban en la lista, pero que tenían una relación con el conjunto total.
Si no os ha quedado claro que así se explique el funcionamiento de un Déjà vu no os preocupéis, pues los investigadores dieron un paso más. Al comienzo del experimento, los investigadores preguntaron a los participantes si habían escuchado alguna palabra que empezara por “S”. Por supuesto, dijeron que no.
Lo increíble fue, que cuándo se les pidió que repitieran las palabras que habían oído se sintieron por alguna razón, un poco dubitativos, pues la “S” ahora les sonaba familiar en alguna palabra aunque no sabían por qué ni en cual. Efectivamente, se había producido lo que conocemos por Déjà vu.
Así aparece un Déjà vu
El conflicto que ocurre en nuestro cerebro durante un Déjà vu encierra un mecanismo cognitivo. No se conoce realmente de dónde se escapan este “falso recuerdo” que nos hace sentirnos familiar con algo que no hemos vivido, pero los investigadores teorizan que tiene algo que ver con la corteza rinal.
Esta parte del cerebro tiene un rol conocido por su participación en la formación de recuerdos a largo plazo, sin activar al hipocampo, es decir que el recuerdo no se almacena. Este puede ser el conflicto del que hablamos, pero aun faltan piezas para encajar este entramado puzzle neural.
La existencia de este mecanismo aparentemente por casualidad puede que tenga algún motivo biológico. Podríamos considerarlo cómo un sistema de defensa para posibles encuentros, que nos ayudaría facilitando la resolución de problemas o evitando amenazas. Lo que nunca podemos olvidar, que no estamos en una peli de ciencia ficción en la que una visión salve a Denzel Washington de una posible muerte.