Tal día como hoy, en el año 1662, murió Blaise Pascal, conocido por sus vasos comunicantes, su unidad de presión, sus principios filosóficos y muchísimas facetas más.

Sin duda fue un hombre de inteligencia inquieta, que no quiso dedicar su vida a una sola materia, por lo que nos dejó un legado enorme en áreas tan dispares como la física, la política, la filosofía y la religión.

Fue también un gran escritor, por lo que no necesitó que nadie contara sus teorías por él, dejando un gran número de obras de lo más variadas. A todo el mundo le suena su nombre, pero quizás haya algunos que aún no sepan quién es, por lo que hoy aprovechamos el aniversario de su fallecimiento para contaros su interesante vida, dedicada al conocimiento, prácticamente en su totalidad.

Biografía de Blaise Pascal

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Blaise Pascal nació en Francia, en junio de 1623, en el seno de una familia noble, por lo que no le supuso ningún esfuerzo económico obtener una formación acorde con sus capacidades intelectuales, que comenzaron a despuntar siendo muy pequeño.

Apenas la familia Pascal entró en contacto con un obispo reformista, se despertó entre ellos una enorme devoción, que poco a poco caló en el joven Blaise, que se sumergió en ella sin dejar de lado sus estudios de matemáticas y ciencias naturales, convirtiéndose así en uno de los miembros de cualquier lista que se precie de científicos que también tenían creencias religiosas.

Su talento para la ciencia le llevó a inventar con sólo diecinueve años una novedosa calculadora, bautizada como la Pascalina (en la imagen sueprior), que le sirvió a su padre en su trabajo como recaudador de impuestos.

Pero esto sólo fue el principio, pues fueron muchos sus trabajos en el área de las matemáticas y la física, que sólo cesaron cuando en 1654, después de la vivencia de una experiencia religiosa, decidió retirarse al monasterio de Port-Royal, dónde comenzó su nueva etapa como filósofo y teólogo.

Su obra en estas dos áreas también fue muy prolífica, pero se vio interrumpida con su muerte, que tuvo lugar a la temprana edad de 39 años, tal día como hoy, en 1662.

Contribuciones a la ciencia de Blaise Pascal

vasoscomunicantes

Si habéis estudiado algo de ciencias en el colegio seguro que recordáis que una de las unidades de medida de presión es el Pascal.

Esto ya nos da una idea de cuál fue el área en la que tuvieron lugar la mayoría de sus hallazgos científicos, ya que había estudiado a conciencia las Teorías de Torricelli, que con un conocido experimento había descrito en qué consiste la presión ejercida por el aire.

En base a esto, Pascal redactó su propio tratado sobre la presión atmosférica, en el que además se describían más claramente conceptos, como el vacío, y se mostraba el experimento de los vasos comunicantes, que más tarde daría lugar al principio bautizado en su nombre como Principio de Pascal.

Dedicó también buena parte de sus años de investigación científica al área de las matemáticas, especialmente dentro de la teoría de la probabilidad, que le resultaba muy interesante por su papel en los juegos del azar, tan típicos entre los nobles de la época.

A partir de ese momento describió los coeficientes binomiales, asociados a lo que hoy conocemos como el triángulo de Pascal, y formuló explícitamente el principio de la demostración por inducción matemática.

Finalmente la ciencia tuvo que vérselas con su devoción, que terminó por ganar la partida, conduciéndole a un retiro espiritual que quizás inhibió el desarrollo de nuevas teorías.

Sea como sea, es indiscutible que Pascal destacó en todas las áreas que tocó, demostrando ser un hombre de letras y de ciencias; pero, sobre todo, una mente de las que perduran, por los siglos de los siglos. De ahí que lo recordemos a día de hoy.