Los científicos también caen en la trampa del clickbait
Aunque pensemos que la magia, o más bien el "engaño" del clickbait tan solo afecta a unos pocos, incluso los científicos e investigadores caen en su trampa.
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El clickbait se ha convertido en el duro día a día de las publicaciones de todo tipo de webs en las redes sociales.
Frases del estilo “… y esto fue lo que le ocurrió” o “ésta fue su alucinante reacción” son compartidas miles de veces a diario en referencia a temas muy diversos. Y en la mayoría de las ocasiones, todos o casi todos caemos en su conocida trampa de búsqueda del click. Incluso Facebook se ha enfadado por ello y ya ha anunciado que restringirá visibilidad a aquellos que usen el clickbait.
Sin embargo, a pesar de que algunos creyesen que esta técnica solo afecta a los ilusos, o incluso a “gente poco inteligente”, la realidad es otra. De hecho, y según un estudio publicado en Frontiers in Psychology, aquellas publicaciones científicas que contienen características propias del clickbait suelen ser las más compartidas por los investigadores.
El clickbait también engaña a los investigadores científicos
Al menos esa es la conclusión a la que ha llegado Gwilym Lockwood, investigador de psicolingüistica del Instituto Max Planck, el cual ha analizado más de 2000 títulos de artículos publicados entre 2013 y 2014. Resultaba que aquellos con un título con un encuadre positivo y frases que despertaban interés eran los más compartidos online.
Es evidente que cada día la competencia es más feroz en Internet, por lo que poner un título llamativo a un artículo es crucial para captar vuestra atención, queridos lectores. Por ello, algunos titulares se pasan de frenada con el toque sensacionalista, e incluso engañoso, como son los típicos titulos de clickbait antes mencionados. Algunos son reconocibles a kilómetros, pero otros son más disimulados.
De hecho, recientemente un estudio de The New York Times encontró que hay otros factores incluidos en las características del clickbait que no son tan perceptibles: Que el titular sea positivo, o que despierte nuestras emociones.
Las técnicas del clickbait que no vemos a simple vista
Por ello, Lockwood quiso analizar si estas mismas técnicas de clickbait más disimuladas tenían efectos en los artículos científicos. Esto es posible medirlo observando las puntuaciones de atención que muestran los artículos online, las cuales reflejan si el artículo se ha compartido en las redes sociales o se ha mencionado de alguna forma.
Su estudio se centró en analizar 2000 artículos de la revista científica Frontiers in Psychology de 2013 y 2014, donde se fijó en los títulos con un encuadre positivo (por ejemplo, decir “fumar causa cáncer” en lugar del típico “la relación entre el tabaquismo y el cáncer”), o frases llamativas (como podría ser usar “juegos de azar” en lugar de “toma de decisiones matemáticas”).
Como era de esperar para Lockwood, aquellos artículos científicos con un encuadre positivo o que usaban frases llamativas en sus títulos eran precisamente los que obtenían mayores tasas de puntuación, es decir, se compartían más. Por su parte, los titulares que usaban juegos de palabras tenían una atención menor, mientras que los que usaban títulos en forma de pregunta no se veían afectados.
La conclusión de todo esto es que el clickbait puede tener grandes usos en la ciencia, pues usar sus técnicas podría lograr que algunos estudios científicos sean ampliamente difundidos. Aunque, eso sí, no esperéis que un titular de un artículo científico sea “Esta fue la sorprendente conclusión tras estudiar la mente humana“; la cosa probablemente será más sutil.