La inesperada y curiosa salvación de los corales
Os contamos el efecto de la orina de los peces sobre los arrecifes de coral; pues, aunque parezca extraño, tiene mucho que ver en su supervivencia.
23 agosto, 2016 17:12Noticias relacionadas
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Últimamente no paran de recordarnos en todas las páginas de divulgación científica lo peligroso que es orinar en las piscinas, por la reacción química que tiene lugar entre algunos de sus componentes y el cloro que se utiliza para limpiar el agua.
El caso del mar ya es otro cantar, sobre todo si eres un pez, y no sólo porque los pobres no tengan otro lugar dónde hacer sus necesidades, sino también porque con ello le echan un cable muy necesario a los corales; que, como sabéis, no están pasando por su mejor momento.
Esto es lo que explican en un estudio publicado recientemente en Nature Communications y la verdad es que sus resultados conciencian bastante sobre el efecto dominó que puede producir la pesca desmesurada en los ecosistemas oceánicos.
El efecto de la orina de los peces en los arrecifes de coral
Si no hacemos nada por evitarlo, en poco tiempo el magnífico espectáculo ofrecido por el visionado de los bellos arrecifes de coral podría convertirse en parte de la historia.
La contaminación y la modificación de la temperatura del agua con motivo del cambio climático son los motivos más conocidos, pero en realidad los ecosistemas marinos están sostenidos por una cadena de sucesos que puede dar lugar a consecuencias nefastas en caso de fallar uno de ellos.
Y así es como lo han descrito estos investigadores de la Universidad de Washington, que en su último estudio han observado cómo afecta a la supervivencia de los corales la presencia en el agua de los nutrientes provenientes de la orina de los peces, entre los que se encuentran principalmente el fósforo y el nitrógeno orgánicos.
Para ello, examinaron 43 arrecifes del Caribe, dividiéndolos en tres zonas de estudio, según si la pesca estaba prohibida, limitada o con los peces prácticamente agotados.
Como conclusión, observaron que, si bien es cierto que la pesca afectaba directamente al estado de los corales, la pérdida de diversidad de los peces no era el factor más importante, pues lo esencial para el mantenimiento de los arrecifes era que estuviesen rodeados de peces grandes, que son los que excretan un mayor volumen de orina.
Además, también se comprobó que los peces carnívoros poseían mayor cantidad de fósforo en su orina que los herbívoros, por lo que favorecían más a los corales.
Los investigadores quieren ampliar el estudio para conocer el efecto que causan sobre el ecosistema los desechos de animales marinos más grandes, como las ballenas, pero de momento tienen datos más que suficientes para comprender que si queremos preservar una especie no debemos centrarnos sólo en ella, pues su supervivencia depende también del entorno que les rodea. Actuemos desde la raíz, entonces.