El primer robot completamente blando es una monada
La Universidad de Harvard ha creado el primer robot completamente blando, asemejándolo a un pulpo que es capaz de mover sus patas como el de verdad.
26 agosto, 2016 13:21Noticias relacionadas
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La Universidad de Harvard ha presentado al primer robot completamente blando creado hasta ahora, un avance que puede hacer que miremos a los robots con otra cara.
El tópico nos dice que los robots están compuestos de metal y no son capaces de moverse como los seres humanos; digamos que el baile del robot se llama así por una razón.
Pero la verdad es que los robots también pueden ser “blanditos”, tanto como nuestra carne, como acaba de demostrar la Universidad de Hardvard creando el Octobot, un robot que se asemeja a un pequeño y adorable pulpo.
Así es el primer robot completamente blando
Pero no sólo se han centrado en hacerlo mono, la principal novedad de este robot es que no tiene ninguna parte “dura”, es decir, que no incluye componentes rígidos como los de un robot normal. Pero entonces, ¿cómo consigue moverse y mantener la forma, por ejemplo?
La forma del robot no es casualidad, y debería darnos una pista de dónde han encontrado la inspiración sus creadores; al igual que un pulpo de verdad, que sea completamente blando no implica que no pueda moverse y realizar acciones.
Para conseguirlo han desarrollado básicamente un sistema neumático que funciona gracias a reacciones químicas. En el interior del robot podemos ver fácilmente la clave de su funcionamiento: un sistema lógico, que a primera vista no parece muy diferente a los circuitos de una placa base o un procesador. Pero en vez de conducir la electricidad, este sistema conduce fluidos que son empujados por gases de peróxido de hidrógeno.
Por lo tanto, el robot además es autónomo, y es capaz de mover sus patas por si solo siguiendo la lógica de su circuito. Vale, no es capaz de escapar rápidamente de cualquier situación; ni siquiera es capaz de moverse, sólo patalear un poco. Y tampoco puede tirar tinta, cambiar de color, ni ninguna de las otras cosas que puede hacer su homólogo biológico.
Pero aunque sea un robot bastante inútil, su creación supone un gran avance en el desarrollo de la robótica, y abre la puerta a robots más complejos capaces de realizar tareas sin un cuerpo de metal.