¿Has enfermado durante tus vacaciones? Ésta sería la causa

Enfermar durante un viaje es algo que todos hemos experimentado en algún momento de nuestras vidas.

Ya sea durante los días de asueto o justo después de volver, a menudo comenzamos a sentirnos levemente indispuestos, e incluso podemos contraer infecciones más o menos graves, como la neumonía.

También son habituales las afecciones gastrointestinales, de las que se suele culpar al agua potable de la zona en la que hemos estado de vacaciones, que no tiene por qué estar contaminada ni nada por estilo, pero puede sentarnos mal si es muy diferente a la que estamos acostumbrados a beber. Vale, todo eso está claro, porque lo hemos vivido; ¿pero a qué se debe?

Las causas que nos llevan a enfermar durante un viaje

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A la hora de hablar de las razones por las que solemos enfermar durante un viaje debemos hacer una clara distinción entre los desplazamientos pequeños y aislados y los que llevan a cabo las personas que, ya sea por trabajo o por tener una vida social muy intensa, consideran los aviones y otros medios de transporte como su segunda casa.

Estos últimos a menudo suelen sentirse indispuestos, contrayendo infecciones de distinta índole, que los llevan a pasar en cama una temporada y todo ello por una serie de causas muy diferentes.

1. Contacto con muchas personas

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Es muy habitual que se avise a los padres de los niños pequeños en guarderías y parvularios cuando uno de ellos tiene alguna enfermedad contagiosa, previniendo que en los próximos días sus hijos también podrían enfermar.

No es necesario hablar de patologías como la varicela, que suele correr como la pólvora entre las personas que han pasado tiempo juntas, sino que basta con simples resfriados o pequeños desórdenes gastrointestinales.

Esto se debe al contacto de unos niños con otros y, del mismo modo, se puede extrapolar a otros escenarios, como aeuropuertos, estaciones, aviones y trenes, en los que los microbios pueden saltar alegremente de unas personas a otras, como la famosa ardilla que supuestamente en el pasado podía recorrer España de Gibraltar a los Pirineos, sin tocar el suelo.

Esto queda confirmado por algunos estudios científicos, como uno de 2002 en el que el 20% de los pasajeros de un avión que fueron encuestados reportó haber padecido algún tipo de infección respiratoria a los cinco o siete días del viaje.

2. Falta de sueño y alteración de los ritmos circadianos

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Ya os hemos contado muchas veces lo perjudicial que puede ser para la salud dormir pocas horas o mantener una rutina inconstante, en la que se ven alterados los famosos ritmos circadianos.

Por eso, no es de extrañar que aquellas personas que deciden viajar conduciendo de noche para evitarse el tráfico, los que pasan largas horas en trenes o aviones sin poder dormir o, directamente, los que realizan viajes largos, atravesando varias zonas horarias, terminen padeciendo síntomas como irritabilidad, debilidad y, efectivamente, una mayor probabilidad de contraer enfermedades infecciosas debida a una menor eficiencia del sistema inmune.

3. Problemas derivados del estrés

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Yo no sé a vosotros, pero a mí viajar me estresa mucho. Preocupaciones como perder el vuelo, no encontrar a tiempo el lugar al que nos dirigimos y un sinfín de problemas más hacen que viajar se convierta en una situación muy estresante, no sólo cuando lo hacemos por trabajo, sino también cuando nos vamos de vacaciones.

Y como ya os hemos contado muchas veces, el estrés eleva en nuestro organismo los niveles de cortisol, una hormona que en altas cantidades perjudica a la salud a través de la supresión del sistema inmunológico o la disminución de la formación ósea, por ejemplo.

¿Cómo podemos evitar enfermar durante un viaje?

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Si queréis prevenir la contracción de enfermedades por las causas que acabamos de ver basta con seguir una serie de sencillas pautas, como mantener una higiene adecuada en las zonas públicas, dedicando especial atención al lavado de las manos, tratar de descansar durante el viaje o vacunarse contra la gripe.

Y, sobre todo, tomarse el viaje con calma. ¡Cuántos problemas se podrían evitar si nos tomáramos la vida en general con calma!