¿Puede explotarnos el agua si la calentamos en el microondas?
¿Habéis recibido alguna de esas cadenas que previenen del peligro de calentar agua en el microondas? Os contamos la verdad detrás de esta afirmación.
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Seguro que en algún momento os ha llegado al correo electrónico o a alguna de vuestras redes sociales ese típico mensaje en cadena en el que nos previenen del peligro de calentar agua en el microondas.
A menudo suele tratarse del mensaje de una madre que cuenta el percance que tuvo su hijo, al que el accidente le costó unas cuántas quemaduras en la cara y las manos, e incluso a veces viene acompañado de fotos ilustrativas un tanto desagradables.
Por lo general, hay personas que creen cualquiera de estas cadenas a pies juntillas, mientras que en otras causan el efecto totalmente contrario, ya que piensan que nada que provenga de algo tan poco serio puede ser verdad. Pues bien, como tantas veces os hemos dicho, en la vida no todo es o blanco o negro; por lo que, si bien es cierto que gran parte de los mensajes que nos lleguen por esta vía serán timos como catedrales, en algunas ocasiones sí que son verdad, como ocurre con el caso del agua en el microondas; aunque, por supuesto, no es tan exagerado como lo suelen pintar.
¿Cómo hierve el agua?
Antes de comprender por qué el agua puede saltarnos a la cara cuando la calentamos en el microondas, no está de más comprender cómo se produce la ebullición de este fluido.
Como sabéis, en condiciones normales el agua se encuentra en estado líquido, aunque en realidad no lo está toda ella, ya que una pequeña porción, que va aumentando con el paso del tiempo, se encuentra en forma de gas.
Para que os hagáis una idea, coged un vaso de agua y dejadlo a temperatura ambiente durante un buen rato. A medida que pase el tiempo, podréis ver cómo se forman en el interior de líquido unas pequeñas burbujitas, que estaban ahí desde un principio, pero eran tan pequeñas que no podíamos verlas y, además, tienden a quedar retenidas en rugosidades e imperfecciones del recipiente.
Y precisamente son estas burbujas las responsables del hervor, pues cuando aumenta la temperatura actúan como si de una enfermedad contagiosa se tratara, haciendo que el agua líquida que se encuentra a su alrededor también pase a estado gaseoso, formándose a la llegada de 100ºC el proceso conocido como ebullición.
¿Cómo puede explotar el agua en el microondas?
Cuando calentamos el agua a la vieja usanza, en un cazo situado sobre el fuego, el primero en aumentar su temperatura será el recipiente, que irá transmitiendo el calor y las burbujas hacia arriba, de modo que el vapor sube y el agua fría desciende, dando lugar a una mezcla homogénea, que hervirá justo a la llegada de los 100ºC.
Sin embargo, el procedimiento llevado a cabo por el microondas es distinto, ya que las ondas electromagnéticas calientan el agua del interior, pero no el recipiente, de modo que la que está pegada a las paredes estará más fría y la del interior se calentará rápidamente, sin apenas generar burbujas. Por lo tanto, el líquido podrá sobrepasar los 100ºC, pero no se producirá la ebullición, dando lugar a un proceso conocido como sobrecalentamiento, que además se magnifica si el vaso utilizado tiene paredes muy pulidas, que no puedan retener pompas de aire o si el agua es muy pura (destilada) o ya se había hervido previamente, perdiendo todas sus burbujas.
De todos modos, el problema no llegará al sacar el vaso del microondas, sino al introducir en él un objeto como una cucharilla, un terrón de azúcar o una bolsita de té; ya que la entrada de este cuerpo en el líquido provocará la creación de burbujas que activarán la ebullición de forma explosiva.
El problema no llegará al sacar el vaso del microondas, sino al introducir en él un objeto como una cucharilla, un terrón de azúcar o una bolsita de té
Por lo tanto, si queréis ser precavidos, podéis optar por no utilizar vasos muy pulidos y, además, por introducir el objeto que sea lentamente, para que no tengan lugar cambios bruscos. Eso sí, el consejo que dan por ahí de hervir el agua directamente con la cucharilla no es una buena opción, pues introducir un objeto metálico en estos electrodomésticos no es para nada una buena idea.