gregoriano

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¿Por qué usamos el calendario gregoriano?

En el aniversario del calendario gregoriano, os contamos cómo se instauró esta ordenación del tiempo, que eliminó de un plumazo 11 días de 1582.

4 octubre, 2016 10:46

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Google ha amanecido hoy con un doodle dedicado al calendario gregoriano, que cumple 434 años de antigüedad. 

Todos lo conocemos, pues encabeza la mayoría de nuestras agendas y almanaques, pero aún así muchos no estamos al tanto sobre las causas que llevaron a que se convirtiera en el calendario más extendido en gran parte del mundo, dejando desfasado al juliano, instaurado por Julio César, allá por el 46 antes de Cristo.

Y como a nosotros nos encantan las curiosidades y sabemos que a vosotros también, nos unimos a la iniciativa de hablar un poco sobre este hecho tan cotidiano de nuestras vidas, que esconde muchísimos datos interesantes detrás de él.

¿Cómo se instauró el calendario gregoriano?

calendario gregoriano

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Como os decía, desde tiempos de Julio César, el calendario juliano, basado en el movimiento aparente del Sol, se convirtió en el más extendido en los países europeos y sus colonias, permaneciendo activo durante muchos siglos.

Sin embargo, en 1582, el papa Gregorio XIII, asesorado por dos reputados astrónomos de su época, se percató de que, según se establecía en este calendario, el año solar tenía un desfase de 11 minutos menor con respecto al ciclo real, por lo que este pequeño margen de tiempo se iba acumulando año tras año, hasta el punto de que en un momento dado la Semana Santa caería en verano en el hemisferio norte.

¡Semana Santa en verano! Eso era inconcebible para el papa; que, arraigado a las tradiciones religiosas, decidió cambiar el calendario por uno, bautizado con su nombre, que se adaptaba a los últimos descubrimientos de la astronomía, solapando mejor con los cambios de estación.

Lo más gracioso de todo es que el cambio no podía hacerse de forma radical, sino que era necesaria una transición de 11 días, fácilmente solucionable para el Santo Padre, que decidió eliminar todos los días del 4 al 15 de octubre de ese año; de modo que aquel 4 de octubre muchos europeos se acostaron para amanecer a la mañana siguiente, el día 15.

No todos los países se unieron al calendario gregoriano a la vez

grecia

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Para algunos países no fue fácil eliminar de un plumazo el calendario que siempre habían conocido, perdiendo para colmo 11 días de sus vidas.

Por eso, los países ortodoxos, a los que la Semana Santa les importaba bastante menos, no se unieron a esta nueva ordenación de los días hasta principios del siglo XX, siendo la más rezagada Grecia, que lo hizo en 1923.

Además, aunque su calendario oficial hoy en día es el gregoriano, las iglesias de algunos de estos países aún siguen ancladas en el juliano.

Gente de costumbres, sin duda.