siameses unidos por el cerebro

siameses unidos por el cerebro

Tecnología

Separan a dos gemelos de 13 meses unidos por el cráneo

En Estados Unidos acaban de separar a dos bebés siameses unidos por el cráneo,y a falta de ver la recuperación de los pequeños,la operación ha sido un éxito

17 octubre, 2016 11:07

Noticias relacionadas

Las historias sobre siameses siempre resultan interesantes, aunque realmente nacer de esta forma es una condena, pues en la mayoría de los casos es prácticamente imposible que sobrevivan.

Todo depende de la zona por la que se unan sus cuerpos; aunque, sea cuál sea, normalmente tienen que compartir órganos vitales, por lo separarlos en un reto quirúrgicamente complicado.

Sin embargo, que sea muy complicado no quiere decir que sea imposible, como acaba de demostrar el equipo del Centro Médico Montefiore, de Nueva York, que pasó desde el jueves por la mañana hasta la madrugada del viernes pasado separando los cuerpecitos de Jadon y Anias McDonald, dos bebés de 13 meses que habían nacido unidos por el cráneo. 

El difícil reto de separar a dos siameses unidos por el cráneo

cirugia

cirugia

Como es lógico, la calidad de vida de estos dos niños, que ya llevaban 13 mese viviendo unidos el uno al otro, no era para nada buena, por lo que tarde o temprano tenía que llegar le momento de separarlos.

Tanto sus padres como los médicos responsables de la intervención sabían que era un reto peligroso, pero igualmente necesario para la calidad de vida de los pequeños.

Al estar unidos por el cráneo, compartían también buena parte de su tejido cerebral, de modo que concretamente una región rectangular de cinco por siete centímetros era prácticamente indistinguible entre ambos.

Por este motivo, el cirujano encargado de la separación reconoció que tuvo que trabajar prácticamente por instinto, aunque después de casi veinticuatro horas de espera todo había terminado y los dos niños pudieron salir del quirófano por separado.

El futuro de los siameses unidos por el cráneo

latido-corazon

latido-corazon

Este tipo de casos se dan solamente en uno de cada diez millones de recién nacidos con vida, por lo que la operación no es algo precisamente habitual.

Por eso, tanto la operación como el proceso de recuperación eran un misterio para los doctores del centro.

En el quirófano tuvieron que lidiar con varias complicaciones, especialmente con el pequeño Anias, que sufrió una bajada brusca de la presión arterial y la frecuencia cardíaca, al tener más cerebro comprometido en la intervención que su hermano.

De hecho, se espera que durante el proceso de recuperación sufra algo de parálisis, aunque de momento todo es una gran incógnita.

Lo que sí está claro es que, en contra de todo pronóstico, estos niños están vivos y, quizás con la debida rehabilitación, en un futuro pueden llevar a cabo una vida normal, mucho más adecuada que la que hubiesen tenido unidos por su cerebro. Son increíbles los avances que está alcanzando la cirugía.