Investigadores chinos aseguran haber creado una IA que puede identificar criminales por la forma de la cara.

¿Cambiamos físicamente cuando cometemos un delito? En las historias para niños pequeños, los malos siempre son feos y los buenos siempre son guapos; excepto cuando quieres enseñar a los niños que la belleza interior es la que importa, claro.

Sabemos que en la vida real no es así, claro; que hay gente de muy buen ver que ocultan un corazón muy oscuro y gente que cuesta mirar a la cara pero que son unos “buenazos”. Sin embargo, hay científicos que creen que eso no es así, y que nuestra cara revela aspectos de nuestra personalidad.

Una IA que cataloga personas, ¿qué puede pasar?

Ahora investigadores de la Universidad de Shanghái Jiao Tong han desarrollado una red neuronal basándose en esa presunción; usando aprendizaje automático, han hecho que una IA analice las caras de criminales y no criminales, buscando puntos en común y llegando a preocupantes conclusiones.

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En total obtuvieron fotos de las caras de 1856 ciudadanos chinos, sin vello facial y con edades entre 18 y 55 años; la mitad de esas personas habían sido condenadas por algún crimen. El 90% de esas fotos fueron analizadas por el sistema, y el 10% restante se usó para las pruebas posteriores.

Los resultados fueron sorprendentes; la IA fue capaz de distinguir correctamente entre criminales y no criminales con una precisión del 89,5%; los investigadores creen que estos resultados validan la teoría de que la criminalidad y los rasgos de la cara están asociados.

Cómo es posible identificar criminales por la forma de la cara

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En concreto, el sistema analiza tres rasgos de la cara.

• La curvatura del labio superior, que es un 23% mayor de media en criminales (ρ en la foto).
• La distancia entre las dos esquinas del ojo, que es un 6% más corta en criminales (d en la foto).
• El ángulo entre dos líneas desde la punta de la nariz hasta la comisura de la boca es un 20% más pequeña (θ en la foto).

La idea de mirar a la cara para saber si alguien es un criminal no es nueva; de hecho, es tan vieja como las propias fotografías, cuando los primeros criminólogos se dieron cuenta de algunos patrones en fotos de presos. Sin embargo, ha sido un tema demasiado polémico en la mayor parte del siglo XX.

Con la llegada de nuevas tecnologías que permiten analizar una gran cantidad de imágenes y vídeos, los defensores de este método han vuelto.

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La pregunta no es si podemos identificar criminales por la forma de la cara; la pregunta tiene que ser si debemos hacerlo.

Aún asumiendo que sea verdad, una precisión del 89,5% no es perfecta ni mucho menos; a escala mundial, son decenas de millones de personas que serían identificadas como criminales aunque no lo fueran.

Incluso perfeccionando el método, catalogar a criminales por su aspecto es literalmente lo mismo que detener a alguien por el color de su piel. Este sistema aún no está en marcha, y tendrá que ser probado de manera exhaustiva, pero ya puede ser un problema ético muy grande.