El MIT ha desarrollado un nuevo robot modular capaz de adaptarse a varias situaciones.

Los robots no tienen porqué ser enormes humanoides de metal; lo lógico sería aprovechar que no tienen las limitaciones de los seres humanos para otorgarles formas inusitadas.

Esto es más cierto aún con el avance de los procesos de fabricación, que permiten crear chips, sensores y actuadores más pequeños que nunca; el problema está en que hay un límite a lo pequeño que puede ser un robot que sea útil al mismo tiempo.

Buscando formas diferentes para los robots del futuro

Para los investigadores del MIT, la clave para aprovechar las nuevas tecnologías y crear robots útiles es la modularidad; es decir, un robot compuesto de muchos robots pequeños, en vez de una pieza indivisible.

La modularidad trae consigo muchas ventajas, pero no es sencilla de implementar; para empezar, cuando juntemos todas las partes, estas tienen que trabajar colaborando entre si. La comunicación y coordinación entre piezas se complica de manera exponencial cuantas más piezas conformen el sistema.

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Por eso el ChainFORM que han presentado estos investigadores tiene tanto potencial. Es una evolución del LineFORM, el robot cambiaformas que fue presentado el año pasado; sus creadores siguen buscando la manera de que los robots del futuro se adapten a nuestras necesidades y no al revés.

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Con ChainFORM, han abandonado la forma de serpiente del original y han optado por un diseño modular; eso significa que cada parte del robot es independiente y puede adaptarse a diversas formas.

Un robot modular capaz de cambiar como sea necesario

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Lo interesante es que cada módulo contiene las funcionalidades básicas del robot; desde sensores táctiles que funcionan en diversas superficies, hasta detección del ángulo en el que se encuentran. Cada módulo también tiene su propio motor y sus propios actuadores, además de luces.

El sistema desarrollado por el MIT es capaz de autodetectar cuántos módulos tiene, y cómo están conectados entre sí; también es capaz de tener controlada la posición relativa y la orientación de todos los módulos.

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Gracias a todo esto, el robot es capaz de adaptarse a todo tipo de situaciones y usos; por ejemplo, usando las luces integradas puede ser una especie de pantalla que muestre notificaciones, o puede convertirse en un mando de control. Podemos cambiar todo esto con un control central que se conecta a un ordenador por USB.

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El ChainFORM aún no es perfecto; para empezar, ni siquiera es completamente modular; cada módulo necesita recibir energía por cable, y sigue necesitando un controlador central.

De cara al futuro, sus creadores quieren crear módulos especializados en ciertas tareas, y añadir la posibilidad de que el robot se monte a si mismo.