5 curiosidades sobre la nieve
Ahora que estamos en mitad de una ola de frío y que han amanecido nevados algunos de los lugares más insospechados,os contamos 5 curiosidades sobre la nieve
19 enero, 2017 10:36Noticias relacionadas
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Ahora que en el hemisferio norte nos encontramos sumidos en una intensa ola de frío que nos tiene abrazados a mantas y estufas como si no hubiese mañana, apetece hablar de cosas calentitas, para templar el cuerpo.
Pero luego ves que ha nevado hasta en Murcia y te resulta inevitable hablar de la nieve, por lo que hoy vamos a ver algunas curiosidades interesantes sobre este fenómeno meteorológico que en los últimos días está pintando de blanco hasta los lugares más insospechados de nuestra geografía.
Son muchos los datos interesantes que podemos daros al respecto, pero no queremos bajar la temperatura excesivamente, así que os damos una recopilación de algunos de los más curiosos.
1. Hemos vivido engañados, la nieve no es blanca
El color de la nieve es algo así como el del caballo blanco de Santiago, tan obvio tan obvio que resulta ridículo preguntarlo.
Sin embargo, hemos vivido equivocados, pues la nieve no es realmente blanca, sino transparente, pero la vemos blanca por el color de la luz visible, que se refleja sobre la compleja superficie de los copos helados.
Además, en algunas ocasiones también podemos verla azul, por ser el color que menos se absorbe, o incluso roja (en la imagen superior), por la presencia de un conjunto de microalgas, llamadas Chlamydomonas nivalis.
De hecho, las sustancias vertidas por estos microorganismos no sólo tiñen la nieve, sino que también le dan un sabor dulzón, similar al de la sandía, que ha llevado a que este tipo de nieve sea bautizada en algunas regiones como “watermelon snow“.
2. Nieve y sonido, una curiosa relación
Si vivís en lugares en los que la nieve sea algo habitual, puede que hayáis notado que el tipo de nieve afecta al modo en que percibimos los sonidos.
Por ejemplo, si el suelo acaba de tapizarse con una capa de nieve fresca y esponjosa, las ondas sonoras se absorben fácilmente y el sonido queda amortiguado, mientras que en el caso contrario, cuando la nieve se derrite y se vuelve congelar, el resultado es una capa suave y dura que refleja estas ondas, haciendo que percibamos los sonidos con más claridad.
3. La nieve, el mejor aislante para fabricar madrigueras
Aunque pueda parecer lo contrario, otra cualidad interesante de la nieve es su capacidad para aislar del frío, ya que hay una gran cantidad de aire atrapado entre sus cristales sin apenas poder moverse, de modo que se reduce considerablemente la posibilidad de transferencia de calor.
Esto es algo que saben muchos animales, pues utilizan la nieve como materia prima para fabricar las madrigueras en las que hibernan durante meses.
4. Los peligros de la nieve
La nieve es sin duda uno de los fenómenos meteorológicos más bonitos y divertidos, ya que puede aprovecharse para practicar deportes de invierno, como el esquí, o directamente para jugar en ella, lanzando bolas o construyendo muñecos de nieve.
Sin embargo, si no se toman las precauciones adecuadas también puede ser muy peligrosa, y no sólo por la probabilidad de pillarnos un señor resfriado si no nos abrigamos bastante.
Y es que, por ejemplo, al reflejar tanto la luz del Sol puede producirnos quemaduras en la piel e incluso pequeñas úlceras en los ojos, que pueden desembocar en una enfermedad, llamada fotoqueratitis, cuyo resultado final es la ceguera.
Por eso, es importante protegerse la piel y los ojos, utilizando ropa y gafas adecuadas, para poder disfrutar de la nieve, sin ponernos en peligro con ello.
5. El lugar habitado más frío del planeta
El lugar habitado más frío del planeta es la ciudad de Oimiakón, en Rusia, y se caracteriza por un suelo helado permanentemente y un récord de temperaturas de -71.2ºC.
Se dice que los peces mueren sólo 30 segundos después de sacarlos del agua y que incluso la saliva se congela, formando pequeñas agujas que se clavan en la lengua.
Y sí, en serio, hay gente que vive allí, concretamente 472 valientes habitantes que, a buen seguro, si tuviesen que lidiar con la ola de frío española ahora mismo estarían en bañador y tomando el Sol en Torrevieja. Si es que nos quejamos por vicio.
Foto madriguera: Framepool