El ordenador más pequeño del planeta que cuesta solo 25 dólares

PocketBeagle, que en español significa Beagle de bolsillo (una raza de perro pequeña) es un nuevo mini-ordenador.

PocketBeagle es el ordenador más pequeño del mundo. Es casi tan pequeño como una moneda de cuarto de dólar americano, que mide poco más de 26 milímetros de diámetro.

El precio tampoco deja nada que desear: 25 dólares, lo que en España son 21,1 euros al cambio. En este aspecto se deja muy bien posicionado en favor de otras placas, como puede ser la Raspberry Pi 3 (49,95 euros).

Una gran alternativa a la Raspberry Pi Zero

PocketBeagle ordenador

No obstante, realmente no sería una alternativa a la Pi 3, sino a otras placas como la Raspberry Pi Zero, en este caso con un precio de 5,45 euros, aunque con especificaciones inferiores.

En cuanto a las entrañas de la PocketBeagle, tampoco esperamos gran cosa, aunque será suficiente para muchos proyectos (y como decimos, la potencia frente a la Pi Zero es mayor). El procesador que incorpora es un Octavo Systems OSD3358 ARM Cortex-A8 funcionando a 1 GHz.

PocketBeagle ordenador miniatura

La PocketBeagle ejecuta una versión de Linux, aunque podemos cambiarla

También cuenta con 512 MB de RAM DDR3 integrada y 72 pines de expansión (entradas, salidas y alimentación), de los cuales 8 pines son analógicos y 44 digitales. Por último, en cuanto a conectividad, incluye un micro-USB (que puede actuar como host y como cliente) y se puede introducir una microSD.

Por supuesto que no es útil para proyectos que requieran de grandes capacidades técnicas, pero sí que es muy capaz para ejecutar programas básicos y que no necesiten tantas especificaciones para correr. Puede ser útil, por ejemplo, para proyectos de domótica o proyectos del mismo estilo donde se necesita muy poca capacidad de procesamiento.

Aún tendremos que esperar a lo más importante, que es la acogida por la comunidad, pues la que desarrolla al fin y al cabo todo lo necesario para que una placa u otra acabe triunfando sobre el resto. Tenemos que dejar, pues, que madure y que los early adopters vayan realizando su trabajo.