El debate de la obsolescencia programada ha vuelto con fuerza, en particular gracias a Apple y su decisión de reducir el rendimiento de los iPhone dependiendo de la calidad de la batería.
Apple se mete en líos legales en Francia
Aunque fue una decisión con su lógica, a los consumidores no les ha hecho gracia que Apple la haya tomado por su cuenta, y sobre todo, sin informarles. El escándalo está afectando a toda la industria; y fabricantes como HTC y Motorola se han visto obligados a afirmar que no reducen el rendimiento de sus dispositivos.
Los juzgados franceses también tendrán que tomar parte en el asunto, después de que la HOP (“Halte à l’obsolescence”, Alto a la Obsolescencia), una organización contra la obsolescencia programada, haya presentado acciones legales contra dos fabricantes, Apple y Epson.
En el caso de Apple, la razón es obvia, después de que la propia compañía admitiese unas prácticas que hasta ahora eran una leyenda urbana. La cuestión es si la excusa de la batería conseguirá convencer a los jueces, que tendrán que dirimir si Apple perjudicó sus propios productos para mejorar la demanda de los nuevos modelos.
Por su parte, Epson ya lleva un mes con una investigación abierta por el fiscal; después de que el pasado septiembre HOP presentase una demanda similar en la que también se mencionaron a otros fabricantes del sector como HP, Canon y Brother.
La supuesta obsolescencia programada de Apple y Epson bajo investigación
El fiscal está investigando si Epson usó métodos y técnicas para fomentar la venta de tinta para impresora; todo el mundo sabe que el verdadero negocio de la impresión está en los cartuchos, no en las impresoras que se venden muy baratas. Sin embargo, la denuncia acusa a Epson de pasarse de la raya.
Entre los trucos investigados, está mostrar un mensaje de tinta baja y bloquear la impresión, aunque aún quedase tinta suficiente en el cartucho. Además, también se muestra un mensaje de que las almohadillas absorbentes de tinta terminaban su vida útil, aunque aún les quedase mucho por delante.
Aunque en teoría esto se hace para proteger la impresora, la HOP habla de miles de denuncias de clientes que se encontraron con tinta más que suficiente en el interior del cartucho.
Epson ha negado estas prácticas, y asegura que está trabajando con las autoridades para limpiar su nombre y dejar claro que la calidad de sus productos es lo primero. Por el momento, Apple no ha podido realizar declaraciones al respecto.
Los casos de Epson y Apple son muy diferentes, pero muy similares al mismo tiempo. Aunque técnicamente las acusaciones difieren, en el fondo tienen en común el motivo: que el usuario compre más productos de la marca. Por casos como este, Francia tiene desde 2015 una ley del consumidor que incluye el concepto de obsolescencia programada.
La ley prevé multas de hasta 300.000 € y el 5% de los ingresos anuales para los infractores, además de penas de prisión de dos años para los ejecutivos.
Es pronto para decir si realmente hubo un plan de ambas compañías para sacar provecho de sus usuarios. Lo que está claro es que probablemente este no será el último caso que sale a la luz.
Imagen de portada de Marlith
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