Foxconn, la fábrica china conocida por fabricar los iPhone (y también por sus supuestas condiciones de trabajo nefastas), y ahora ha saltado a los titulares por invertir en robots que próximamente sustituirán el trabajo de más de 10 000 operarios. Pero el cambio no afectaría a Foxconn ni a la fabricación de los iPhone, sino a una de sus subsidiarias, Innolux, con fábricas en Taiwán.

Innolux es la subsidiaria de Foxconn dedicada a la fabricación de paneles TFT LCD, tanto para televisores, como para monitores, portátiles, y smartphones, a marcas como HP, Dell, Samsung, LG, TCL , Hisense, Panasonic , Hitachi y Sharp (que, a su vez, también es propiedad de Foxconn). Es, en esencia, uno de los fabricantes de paneles LCD líderes del mercado.

La motivación para sustituir trabajadores por máquinas está clara: son más eficientes y más baratos. No cobran un salario y no descansan, a diferencia de las personas. Por lo tanto, los costes de producción son más baratos y, por lo tanto, el beneficio es mayor, o, en su defecto, el producto es más barato y por lo tanto ocupa más cuota de mercado (todo se resume en mayores beneficios para la compañía).

10.000 trabajadores sustituidos por máquinas

La fábrica pasará de 60 000 personas humanas (distribuidas en 14 plantas en Taiwán) a menos 50 000 trabajadores, y esos más de 10 000 serán los desplazados forzosamente por maquinaria automática. Los recortes de recursos humanos se harán efectivos muy probablemente a finales de este año, después de realizar la inversión de 342 millones de dólares en la nueva fuerza de trabajo robotizada y provista de Inteligencia Artificial.

fabricas robots personas humanas

Tal y como ha anunciado el presidente de la compañía, Tuan Hsing-Chien, para finales de 2018 hasta el 75% de la producción estará automatizada.

Foxconn, así como muchas otras fábricas chinas, han sido denunciadas en multitud de ocasiones por supuestas condiciones de trabajo infrahumanas: jornadas diarias de más de 12 horas; trabajo infantil; trabajadores que duermen allí en estancias nefastas (con olores a basura, cucarachas y sábanas sucias y llenas de cenizas); incluso hay bastantes reportes de trabajadores que se suicidan arrojándose por las ventanas; todo esto sin contar los bajísimos salarios.

Por lo tanto, la automatización, en parte, es una forma de eliminar las sombrías condiciones en las que trabajan los operarios de este tipo de fábricas (aunque, por otra parte, también es su único sustento).