El 5G ha sido completado con velocidades de hasta 20 Gbps

La llegada del 5G, el estándar de Internet móvil que va a darnos datos móviles a velocidades de hasta 20 Gbps (velocidad teórica según los datos publicados en febrero por la Unión Internacional de Telecomunicaciones), estaba programada para 2020. Y ahora, parece que se van a cumplir los plazos, pues el desarrollo del estándar ha sido concluido. Sí, habemus 5G terminado, y listo para ser usado. Ya solo queda que las compañías (es decir, las operadoras) lo implementen.

Y es que el 3GPP, la organización encargada de aprobar los estándares móviles, ya ha aprobado el estándar 5G definitivo que funciona de manera no dependiente (es decir, que no usa redes 4G/LTE ya existentes, como en el pasado). Esto es un paso muy importante, e implica que el 5G ya está acabado y puede comenzar a tener sus propias redes.

El primer 5G standalone (independiente)

El 5G, que ha ido tomando popularidad desde hace unos cuantos años (según se ha ido avanzando en su desarrollo) es un nuevo estándar que viene a sustituir al 4G/LTE que actualmente usas en tu teléfono móvil y con el que podremos duplicar la velocidad en nuestros móviles, e incluso tener mucha más velocidad también que en nuestra casa (de hecho, el 5G podría ser una solución a los problemas de las redes fijas por cable y podría implementarse también para dentro de la casa, sobre todo para el Internet de las Cosas).

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El estándar 5G definitivo está definido y los fabricantes pueden ponerse manos a la obra

E implica directamente que Qualcomm y el resto de fabricantes comenzarán a desarrollar y lanzar chips, módems y otros componentes de hardware que usen las especificaciones del 5G para que, cuando en un futuro esta tecnología ya tenga una red lo suficientemente grande, ya haya suficientes dispositivos como para que pueda estar lo suficientemente expandido como para ser usado con normalidad.

Con un poco de suerte, podríamos ver móviles con 5G en 2018 o 2019, cuando probablemente los primeros operadores ya tengan redes de este tipo en una fase de madurez (en Estados Unidos y China podríamos verlo este año, un poco más tarde en el caso de Europa, que de nuevo se quedará un poco atrás). Se trata del último sprint hacia la implementación de esta tecnología en el día a día de las personas.

Esto implica también que los gobiernos (entre ellos el español, por supuesto) tendrán que organizar todo para el nuevo estándar. Esto supone, claro, un nuevo dividendo digital y subasta de frecuencias. De hecho, en España ya se había anunciado a principios de año un plan de actuación precisamente para este momento.