La Surface Go contra el iPad 2018 e iPad Pro, ¿cómo queda?
¿Cómo queda la Surface Go contra el iPad si lo comparamos sobre el papel? Comparamos tanto el iPad 2018 como el iPad Pro con lo nuevo de Apple.
10 julio, 2018 21:00Noticias relacionadas
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Microsoft ha presentado su Surface de bajo coste, la Microsoft Surface Go, y está claramente orientada a suplir al iPad. Pero, ¿al iPad 2018 o al iPad Pro? ¿Tiene algo que hacer alguno de los dos iPad contra la Surface Go?
Lo más importante del Microsoft Surface Go, que desde luego no tiene unas especificaciones impresionantes (pero que cuenta con el sello de Microsoft) es que usa Windows. En concreto, usa Windows 10 S Mode, por lo que las aplicaciones que podemos instalar están limitadas a las que estén en la Window Store, pero podemos saltarnos este bloqueo pasando a Windows 10 Home completo e instalar cualquier aplicación que tendríamos en Windows.
El problema del Surface Go es ubicarlo: ¿es el competidor del iPad 2018 o del iPad Pro?
Esto, claro, con respecto a los iPad, que usan iOS, el mismo sistema operativo que el iPhone; por lo tanto, se trata de un sistema operativo móvil, aunque cada vez está obteniendo más funciones de ordenador. Pero, en conjunto, ¿cómo queda con respecto al iPad 2018 e iPad Pro?
El Surface Go, ¿puede hacer algo contra los iPad?
Lo primero es recordar las especificaciones del nuevo Surface Go: un Intel Pentium Gold 4415Y (dos núcleos, cuatro hilos, funcionando a 1,6 GHz); una pantalla PixelSense de 10 pulgadas táctil con resolución de 1800 x 1200 píxeles; 4 u 8 GB de RAM; y un eMMc de 64 GB, o un SSD de 128 o 256 GB.
El procesador no es muy conocido, pero es más o menos equivalente al Intel M3 de séptima generación que incluye el Surface Pro más básico. De hecho, es prácticamente igual, solo que el Pentium no incluye Turbo Boost; además, la frecuencia base del Pentium es ligeramente superior, de 1,6 GHz con respecto a los 1,1 GHz del M3.
La Surface Go contra el iPad 2018
El iPad 2018, con pantalla de 9,7 pulgadas, el chip propio de la californiana A10 Fusion acompañado de una RAM de 2 GB y una memoria de almacenamiento de 32 o 128 GB. Como ya hemos comentado, en el apartado del software vemos un sistema operativo móvil, lo que es muy condicionante a la hora de comparar ecosistemas y aplicaciones. Mientras que en Windows podremos ejecutar cualquier programa (teniendo la limitación de hardware, claro, que es más bien justito), en el iPad 2018 no.
Si comparásemos los números, no sacaríamos nada en claro. No importa que el iPad tenga 2 GB de RAM y la Surface 8. Son dos ecosistemas diferentes y sería inútil hacerlo. Pero debemos tener en cuenta una cosa con respecto a las especificaciones: mientras que en el iPad podremos hacer todo aquello que queramos siempre y cuando encontremos una aplicación en la App Store, con el Surface no; nos faltará hardware en muchas de las tareas.
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Ahora bien, si eres un usuario que quiere la tablet para ofimática y para navegar por Internet, la Surface es tu elección; no solo tenemos programas de verdad, con un navegador web de verdad que puede ejecutar webs completas, sino que además tenemos teclado y ratón (lo que es esencial para tareas de ofimática). Pero hay una pega: mientras que el iPad sale en su versión más básica (con teclado) 448,95 euros, la Surface (con ratón y teclado) sale 604,97 euros.
Además, la Surface más barata tiene un gran problema: no tiene un SSD, sino un eMMc, otro tipo de almacenamiento que en Windows no tiene muy buena fama. Es decir, que nos vemos “obligados” a coger la versión de 128 GB, que sí que son SSD, lo que nos lleva el precio a los 754,97 euros.
Es decir, que casi casi nos ponemos en el precio del iPad Pro más básico. Y aquí es donde entran las dudas, y por eso no se sabe muy bien hacia donde ha querido apuntar Microsoft (hacia el iPad 2018 o hacia el iPad Pro); de hecho, muchos ya lo han catalogado como fracaso por eso mismo.
La Surface Go contra el iPad Pro
El iPad Pro, en cambio, parte de un chip A10X Fusion, ligeramente superior que el del iPad 2018, acompañado de 4 GB de RAM. Además, tenemos 64, 256 o 512 GB. La pantalla en este caso es 0,5 pulgadas superior a la de la Surface 2018, es decir, 10,5 pugadas; pero lo bueno es que tenemos una versión de 12,9 pulgadas (pagando 170 euros más, claro).
Al final, tenemos un poco el mismo problema: no podemos comparar las especificaciones porque estaríamos mezclando churras con merinas, y en cuanto al software, estaríamos haciendo un poco lo mismo, comparando un sistema operativo móvil con Windows.
Entonces, se queda el Surface Go (con ratón y teclado) por los mismos 754,97 euros, mientras que el iPad Pro más básico con teclado asciende hasta los 918 euros. De nuevo, el Surface 2018 se queda un poco en el limbo, aunque en este caso sale beneficiada por dos motivos: un software completo y un ratón y teclado de verdad, además de que es significativamente más barato.
Yo personalmente lo tengo muy claro: en ambos casos gana el Surface Pro, aunque en el caso del iPad 2018 quizás podría llegar a dudar por el precio. En el caso del iPad Pro no hace falta más discusión: por los 918 euros que cuesta el cliente busca un ordenador completo, no una tablet con sistema operativo de móvil; eso es algo que a la Surface Go no le ocurre. Yo por eso precio quiero un ordenador completo, y el iPad desde luego no lo es; ni siquiera el iPad Pro.
Pero, de nuevo, me remito a que todavía no he probado el Surface, por lo que todo esto que estamos hablando es sobre el papel. En rendimiento, al desconocer el procesador, podría acabar por ser todo un fracaso, y que resulte que no es capaz de mover la suficiente potencia para que los programas más comunes de Windows no vayan fluidos, algo que es poco probable que ocurra, pues ya hemos visto que no es tan distinto del Intel M3.
Ahora bien, todo cobra más sentido si ubicamos el Surface Go en la gama escolar, por ejemplo. Aquí, no hay discusión que valga, la tablet convertible de Microsoft sale ganando por prestaciones.