Los trabajadores, por regla general, están acostumbrados a contar con un determinado número de días de vacaciones; aunque, hay ocasiones en las que ni siquiera llegan a desconectar, haciendo uso de su correo electrónico o del teléfono. ¿Es sano este comportamiento?

Vacaciones obligatorias

Desde hace dos años en SimpliFlying, compañía dedicada al marketing para aerolíneas, se ha introducido un innovador sistema de vacaciones. Su CEO, Shashank Nigam, decidió dar una semana de descanso cada siete semanas; además, los trabajadores no pueden entrar en contacto con nada de la empresa o lo notarán en su cartera.

Así es, si un empleado responde a un correo electrónico o a un mensaje, éste no recibirá su sueldo de esa semana. Nigam asegura que los resultados son espectaculares, mejorando los niveles de creatividad, productividad y felicidad. Los números de su primera prueba resultaron en un aumento de la creatividad del 33%; aumento de la productividad en un 13%; aumento de los niveles de felicidad del 25%.

Un año de vacaciones

Hay casos en los que las vacaciones se alargan aún más que en el anterior. Stefan Sagmeister, líder de una empresa de diseño gráfico, ofrece un año de vacaciones por cada siete años trabajados. En este caso, la empresa se cierra completamente a sus clientes durante el período establecido.

Este “año sabático” les sirve, tanto a él como a sus empleados, para ser más competitivos en el futuro. En este sentido, Sagmeister asegura que sus mejores proyectos e ideas han surgido durante este tipo de descansos. Puede que Sagmeister tenga razón, multinacionales como Google o Netflix cuentan con unas políticas vacacionales similares.

Desconectar debería ser obligatorio

Las vacaciones son esenciales en el buen desarrollo productivo de cualquier persona. Los seres humanos necesitan comer, dormir y, por supuesto, también descansar. Ayer mismo, un amigo mío me comentaba que en uno de sus días de vacaciones tuvo que estar durante todo el día pegado al teléfono por temas laborales. Seguramente todo el mundo haya vivido cosas similares, incluso en sus propias carnes.

Una vez llegados a la conclusión de que las vacaciones son necesarias, queda establecer su periodicidad. Algunos gigantes del sector tecnológico simplemente lo ponen en manos de sus trabajadores. Éstos tienen que finalizar un proyecto en una determinada fecha, pero se organizan a su manera. ¿Qué quiere decir esto? Un día pueden trabajar ocho horas y al siguiente una, según les apetezca.

Vacaciones con una mayor frecuencia

No todas las mentes serían capaces de organizarse de tal modo, creo que eso es algo reservado para mentes privilegiadas. Posiblemente habría muchas personas que calcularían mal su tiempo y comenzarían a rendir menos y fallar objetivos. Por ello, lo ideal sería que directamente fueran los líderes de las compañías los que ofrecieran soluciones, como en los ejemplos anteriores.

El método de Shashank Nigam puede aplicarse y ajustarse perfectamente a la realidad. No parece descabellada la idea de dar una semana de descanso cada dos meses, al mismo tiempo que el empleado se “reinicia” mentalmente. Muchos empresarios verían esta medida como una locura, pero, hagamos una comparación.

Tomemos ejemplo de Google

Existen las carreras de velocidad y las carreras de fondo, en una hay que desempeñarse al máximo durante un corto período de tiempo; en la otra hay que medir las fuerzas y no pasarse, puesto que la duración es más amplia. En este sentido, da la sensación de que algunos empleados están utilizando el método de la carrera de velocidad en una de fondo.

Quizás sería una buena idea establecer períodos vacacionales cortos, con una mayor frecuencia, en vez de dar un descanso de un mes seguido tras 11 meses trabajando. Lógicamente, para realizar este tipo de cambios hay que tener una mentalidad moderna que lo apoye; sin embargo, parece algo que tardará en llegar a la mayor parte de trabajadores.

Por ahora, solo unos pocos pertenecientes a empresas innovadoras, como Google, Twitter o Netflix, pueden gozar de los beneficios de este tipo de descansos laborales.

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