Hace unos días dábamos la noticia de que la Estación Espacial Internacional había sufrió una fuga y que se estaba escapando el oxígeno al espacio. No era nada urgente como para despertar a la tripulación (pues ocurrió de noche), pero la prioridad al día siguiente sería encontrar la fuga, puesto que a ese ritmo, se quedarían sin aire en 18 días.
Ahora, y tras investigar lo sucedido, parece que la fuga no fue producido por un micrometeorito, como se pensaba inicialmente, sino que el agujero fue hecho desde dentro, para la sorpresa de todos. Ahora, toca investigar quién lo hizo, si fue intencionado o no, y por qué no lo notificó. Por suerte, todo ha quedado en una anécdota, pues el agujero fue tapado temporalmente con epoxy y gasas, y ya están buscando la forma de sellarlo definitivamente; pero también toca depurar responsabilidades.
El agujero fue hecho desde dentro, con una broca de un taladro
Y sabemos que ha sido desde dentro, porque la NASA ha publicado una imagen en Twitter (ya borrada) en la que vemos un agujero que parece haber sido perforado por un taladro. No solo por la forma del agujero, sino por las marcas de su alrededor, hechas claramente con el roce de la broca del taladro.
¿O sea, que ha sido un astronauta quién ha hecho un agujero en la ISS? En realidad, no tiene por qué. De hecho, la probabilidad de que haya sido un astronauta es muy poca, y más aún si pensamos en un sabotaje. En caso de que haya sido hecho por uno de los tripulantes, tuvo que haber sido por error. Pero, en este último caso, tuvo que haber decidido deliberadamente taparlo, por lo que es igual de grave.
Otra de las fuentes del agujero puede ser en la Tierra, que algún operario, durante la fabricación o al montaje, haya cometido un error, y que de forma deliberada lo haya ocultado mediante un sello y tela decorativa, que se hubiera desprendido debido a las condiciones del espacio.
«Examinamos todas las posibilidades, pero ya hemos descartado la de meteorito, porque hubo una clara acción sobre el casco de la nave desde su interior», explica Dmitri Rogozin, jefe de Roscosmos. Se puede ver gracias a las huellas de «una broca que resbaló sobre la superficie». «De momento no se puede decir qué ha sido. Fue hecho con mano insegura», concluye.
Imagen de portada | NASA