La medicina y la robótica son mundos completamente distintos pero uno se nutre del otro; gracias a los avances tecnológicos podemos darle fines curativos a dispositivos robóticos como los microrobots, que permiten introducirse en el cuerpo humano fácilmente. Pero hay veces que no suena tan agradable, ya que algunos casos implican ir directamente al quid de la cuestión: tus ojos, en este caso.
Unos investigadores han ideado una nueva forma que implica introducir a estos pequeños robots en el ojo, para que estos transmitan medicinas y que este se cure. Por ahora es un método experimental que no se ha testeado aún en humanos, pero esto augura un futuro que aparenta ser doloroso pero a la vez beneficioso.
Robots diminutos dentro del ojo: un gran beneficio a costa de un gran dolor
Estos investigadores del Max Planck Institute for Intelligent Systems y la Universidad de Stuttgart han desarrollado unos microrobots en forma de espiral que tienen la capacidad de moverse por un globo ocular para suministrar medicinas. Para crearlos usaron la impresión 3D con unas medidas diminutas, a escala nanométrica. Estos nanobots se inocularon en los ojos de varios cerdos ya fallecidos.
Gracias a un campo magnético y a un revestimiento metálico resbaladizo los investigadores fueron capaces de controlar a estos robots por el humor vítreo, el líquido que se encuentra en el globo ocular que se encuentra entre el cristalino y la retina. Estos robots alcanzaron la retina en menos de 30 minutos, lo que supone una mejoría contra las gotas para los ojos convencionales de hasta 10 veces. Al menos la parte que implica el viaje de los robots quedó probada y el método funciona.
Por motivos lógicos este tratamiento no se ha probado todavía en humanos debido a que hay que inyectar estos microrobots directamente en el ojo. De por sí esto se ha de hacer con anestesia debido al inmenso dolor que sufriría el paciente, y además de no hacerse bien podría provocar daños irreparables en el ojo.
Pero esto implica que la tecnología de impresión 3D y la nanorobótica acabarán por implementarse totalmente en la medicina tal y como la conocemos. Esto no solo supone un avance en los dos campos, sino una forma de volver más eficientes los recursos necesarios para realizar las tareas correspondientes a estos dos mundos. ¿Qué pasará cuando lo prueben en un humano? Esperemos que salga bien.
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