Mientras algunos aún estamos recuperándonos de los excesos de las fiestas, en la NASA han recibido el año llegando al objeto más lejano hasta ahora, y todo eso sin presupuestos; por si necesitabas algo de inspiración para tus propósitos de año nuevo.
Puede que en estos momentos el gobierno de los EEUU esté “cerrado”, por la negativa del presidente Trump a firmar los presupuestos; pero eso no ha impedido que los científicos de la NASA continúen trabajando, porque justo en estas fechas esperaban conseguir otro gran logro: la visita del objeto espacial más lejano hasta ahora.
Ultima Thule, el objeto espacial más lejano jamás alcanzado
Eso es lo que ha conseguido hoy la sonda New Horizons, un nombre que puede que te suene si lees Omicrono; fue la sonda que hizo aquellas espectaculares fotografías de Plutón en su paso por el planeta enano. La cantidad de información y datos que obtuvo en aquella pasada no tiene precio, pero aquel no fue el final de su misión.
New Horizons siguió viajando, dirigiéndose al borde del sistema solar, donde pocas naves han llegado; de hecho, no hace mucho os hablábamos de cómo la segunda, la Voyager 2, había llegado al espacio interestelar. La New Horizons no ha llegado tan lejos, pero a cambio ha conseguido un logro importante: alcanzar Ultima Thule.
Con ese nombre, que parece el de un jefe final en un videojuego, es como se conoce a 2014 MU69, una roca de unos 30 kilómetros de largo que flota en mitad del espacio; no suena muy emocionante, excepto que es el objeto más lejano a la Tierra que una sonda humana ha alcanzado.
A una distancia de 6.500 millones de kilómetros de la Tierra, Ultima Thule es un asteroide demasiado pequeño como para ser registrado por telescopios desde la Tierra; así que es un completo misterio para los científicos. Recordemos que New Horizons visitó Plutón en 2015, y en algo más de tres años ha recorrido 1.600 millones de kilómetros hasta llegar a Ultima Thule.
Por qué visitar Ultima Thule
Pero, ¿para qué viajar hasta esta roca, aparentemente sin importancia, más allá de para presumir? La NASA no hace nada a la ligera, y la elección de Ultima Thule tiene mucho sentido más allá de la distancia a la que está.
Esta roca está situada en el Cinturón de Kuiper, una zona del sistema solar externo en el que la luz del Sol apenas afecta a los cúmulos de roca que la orbitan. Las increíblemente bajas temperaturas y la baja radiación han ayudado a conservar estos objetos durante miles de millones de años.
En cierta forma, son una reliquia de los inicios del sistema solar, restos que no se juntaron en planetas y que simplemente se quedaron en esta zona “muerta”; sin mucha actividad ni influencia del Sol más allá de la atracción justa como para que no salgan del sistema.
Estudiar Ultima Thule puede, por lo tanto, revelar muchos secretos del origen de nuestro sistema solar. New Horizons lo hará a una distancia de 3.500 km, y aún no se sabe qué puede descubrir allí; los científicos afirman que “cualquier cosa es posible” en esta región.
Por ahora, lo primero que hemos ganado de este logro es una nueva canción que Brian May, guitarrista de Queen, que ha dedicado a la misión.