La tecnología ha revolucionado la forma de trabajar en la mayoría de sectores. Muchos han pasado a ser completamente automáticos, cuando antes era necesario que los humanos lo hicieran a mano. Por otro lado, ahora los empleados cuentan con herramientas tecnológicas que permiten ser mucho más eficientes y rápidos.
Hasta aquí todo parecen buenas noticias; sin embargo, ha surgido una nueva en los Estados Unidos que es todo lo contrario. Hablamos de jefes que espían a sus trabajadores a través de las pulseras de actividad física que llevan puestas.
Pulseras de actividad para controlar a los empleados
A día de hoy, no es nada extraño llevar en la muñeca una pulsera de actividad o un reloj inteligente. De hecho, cada vez más personas optan por utilizar este tipo de dispositivos para tener un control de su salud; pero, ¿qué pasaría si nuestros jefes tuviesen acceso a sus datos?
Según relata el Washington Post, es algo que ya está ocurriendo y cada vez con más frecuencia. Estos jefes no obligan a sus empleados a utilizar las pulseras de actividad; sin embargo, sí que les ofrecen incentivos por alcanzar determinados objetivos, como realizar un número determinado de pasos. ¿Qué ganan los empleadores a cambio?
Invadiendo la privacidad de los empleados
En los casos que ha conocido el medio citado, las pulseras de actividad se proporcionan de manera gratuita o mediante un coste mínimo a través del proveedor de seguros de la compañía. Si el trabajador acepta, el jefe recibiría datos detallados sobre la actividad física del personal. Pasos diarios, horas sentados, ritmo cardíaco y calidad del sueño son algunos de los ejemplos de la información recopilada. Puede parecer una broma de mal gusto; pero, nada más lejos de la realidad.
El jefe recibe los datos de una forma muy simple. Basta con sincronizar la pulsera de actividad física de su empleado con una aplicación en su smartphone. Tal y como lo haríamos cualquiera de nosotros con un dispositivo de este tipo.
Esta práctica ha generado controversia debido a la violación de la privacidad que se comete. Es cierto que los empleados deben aceptar su utilización; mas, los patronos podrían usar datos que pertenecen a la vida privada del personal para tomar acciones laborales. Podríamos estar ante ascensos o despidos condicionados por información fuera del trabajo.
Por desgracia, si los usuarios aceptan voluntariamente las condiciones de su empleador no podrán reclamar ante la ley una supuesta violación de la privacidad. Aunque parezca obvio que se están entrometiendo en su vida personal, no tienen nada que hacer. En este sentido, lo ideal sería pensárselo dos veces antes de ceder a las pretensiones de nuestros superiores.
El punto de vista de los jefes
Algunos empleadores explican que ofrecen usar las pulseras de actividad física por el bien de sus trabajadores; concretamente, para que se mantengan en forma y ahorren dinero en atención sanitaria. Es preciso recordar que en los Estados Unidos el sistema sanitario tiene unos costes mucho más elevados que en países como en España.
En este sentido, hay jefes que presionan a sus trabajadores más que otros. Miremos por donde miremos, nos parece una decisión bastante polémica. Los empleados deben ser juzgados por la forma de desempeñar su profesión y no por el ejercicio físico que realicen.
Además, aunque estos jefes hablen de obrar por el bien de sus empleados, ¿quién dice que no lo hagan en beneficio propio? Si alguien del personal cae enfermo será su jefe quien vea reducido su rendimiento. Quizás los patronos puedan utilizar los datos para contar solo con gente sana en sus filas y despedir a aquellos que suelen sufrir dolencias más a menudo.
Foto destacada: Apple
Noticias relacionadas
- Cuando veas porno vigila la puerta... y la privacidad: Google y Facebook saben lo que ves
- Los datos de casi todos los ciudadanos de Bulgaria han sido robados
- Office 365, Google Docs y Apple Cloud prohibidos en los colegios alemanes por los datos que recopilan de los menores
- Estados Unidos multa a Facebook con 5.000 millones por sus escándalos de privacidad