La aerolínea australiana Qantas ha batido el récord de vuelo directo entre dos puntos del planeta, con un viaje entre Nueva York y Sídney que no tuvo ninguna parada ni transborde.
El mundo es cada vez más pequeño, y todo gracias a nuevos modelos de avión, y especialmente, nuevos motores más eficientes. El alza del precio del combustible obligó a los grandes fabricantes del sector, Boeing y Airbus, a ofrecer aviones de capacidad media, pero con una gran autonomía.
Y si hay una aerolínea que ha aprovechado esto, es Qantas; lo cual es comprensible, teniendo en cuenta que es australiana. En los últimos años, Qantas ha usado estos nuevos motores para ampliar su oferta de vuelos directos a todas las partes del mundo.
El vuelo de avión comercial más largo
El pasado marzo de 2018, Qantas unió Australia y Reino Unido en un vuelo directo; hasta entonces, el vuelo entre Londres y Perth obligaba a hacer una parada, normalmente en Oriente Medio o Singapur. Este recorrido, de 14.000 kilómetros en 17 horas, era sólo el principio.
Ahora Qantas ha vuelto ha batir su propio récord, con un vuelo directo entre Sídney y Nueva York. Estamos hablando de una distancia jamás recorrida en un vuelo comercial, 16.200 kilómetros atravesando el Océano Pacífico y todo Estados Unidos de un extremo a otro. El avión escogido fue un Boeing 787-9, que acababa de salir de la línea de producción; tardó 19 horas y 15 minutos en completar el recorrido.
Normalmente el vuelo entre Sídney y Nueva York implica hacer una parada en Los Ángeles, que dura aproximadamente cuatro horas.
Para recorrer semejante distancia, se cargaron 101.000 kilogramos de combustible en el avión, pero aún así no fue suficiente para hacer un vuelo convencional; el consumo de combustible fue calculado al mililitro, y se llegó a la conclusión de que, al menos para este vuelo inaugural, sólo se podía transportar una cantidad limitada de pasajeros.
Es por eso que este vuelo llevó a sólo 49 personas (incluida la tripulación), y sin carga. Puede que no sea el viaje más eficiente, pero evidentemente Quantas no va a ofrecer estos vuelos ya; en realidad, este viaje fue una prueba, tanto para la mecánica como, especialmente, los humanos.
Qantas busca los límites
Y es que tirarse 19 horas dentro de un avión puede ser un tipo de infierno especial para mucha gente; para comprender mejor los desafíos que conlleva un viaje tan largo, Qantas inició el Project Sunrise, para "buscar los límites del viaje comercial".
Como parte de este proyecto, entre los pasajeros había expertos médicos que se centraron en analizar los patrones de sueño y el consumo de comida y bebida. Además, la tripulación, compuesta de cuatro personas que se rotaban cada turno, estaba conectada a equipos de electroencefalografía que monitorizaba su nivel de alerta.
Dependiendo de los resultados de este experimento, Qantas podría ofrecer nuevos vuelos a Nueva York y Londres, pero no antes de 2023, y no sin pasar por la aprobación de los reguladores aéreos. Para conseguirlo, no solo tendrá que garantizar que no será una experiencia abrumadora para los pasajeros; también tendrá que esperar a un avión que pueda realizar el vuelo con una carga completa, algo en lo que tanto Airbus como Boeing ya están trabajando.