Que los motores de combustión van a desaparecer es algo que todo el mundo tiene claro; la cuestión es cuándo.
Por una parte tenemos fabricantes que ya han dado el salto a los motores eléctricos (o están a punto de darlo); y por otra, a los que creen que aún es posible seguir exprimiendo el potencial de los motores de combustión.
Aunque es fácil descartar a los motores de gasolina y diésel por obsoletos, la verdad es que en los últimos años estamos viendo desarrollos impresionantes; innovaciones que no nos hubiéramos imaginado hace apenas una década, y que están manteniendo la relevancia de los motores de combustión.
El turbo eléctrico que elimina los problemas del turbo
Por ejemplo, el turbo está siendo adoptado por la mayoría de los fabricantes como una solución para reducir los consumos (y las emisiones), ganando potencia incluso con una menor cilindrada. La evolución sería el turbo eléctrico, como el que el fabricante suizo Garrett Motion ha presentado esta semana.
El llamado "E-Turbo", o turbo eléctrico, parece inspirado por los coches híbridos hasta cierto punto, por la manera en la que puede mejorar el rendimiento y el comportamiento de motores tradicionales.
Un turbo (o turbocompresor) se encarga de introducir más aire en el motor, para que la proporción de oxígeno sea más alta y, por lo tanto, la explosión con el combustible sea más potente. Eso permite aumentar la potencia sin necesidad de usar más combustible o de aumentar la cilindrada, por lo que es ideal para reducir los consumos.
Los turbocompresores funcionan aprovechando la energía sobrante de la explosión; normalmente los gases que son expulsados del motor por el tubo de escape mueven una turbina que a su vez mueve el compresor.
Sin embargo, los turbocompresores convencionales introducen otros problemas. Por ejemplo, como dependen de los gases expulsados, durante los primeros instantes de la aceleración la turbina no se moverá; sólo conforme aumenten las revoluciones, se generará suficiente empuje como para activar el compresor. Es lo que se conoce como "turbo-lag", y aunque hay métodos para evitarlo, suele suponer sacrificar algo de la eficiencia conseguida e imponerse algunos límites en el funcionamiento del motor.
El turbo eléctrico de Garrett promete solucionar esto implementando un pequeño motor eléctrico entre la turbina y el compresor, capaz de arrancar este último sin necesidad de que la turbina se mueva. Por lo tanto, con este turbo notaríamos el aumento de potencia instantáneamente.
Inspirado en los híbridos
No solo eso, sino que de esta manera los fabricantes no tendrían las limitaciones de tamaño de turbo que tienen en la actualidad; podrían desarrollar motores de menor cilindrada y turbo más grande, que ahora no son posibles porque el turbo no se activaría nunca.
Tal vez más interesante es que este turbo seguiría funcionando con la energía desperdiciada durante el funcionamiento del motor, generando electricidad para recargar una batería conectada al motor eléctrico del turbo. Es por eso que este sistema parece inspirado en los motores híbridos, que también recuperan energía.
El primer E-Turbo de Garrett será lanzado al mercado en el 2021. Aunque por el momento no se han anunciado fabricantes que estén interesados en esta tecnología, es posible que tenga un papel importante en la que podría ser la última generación de motores de combustión.