Para hacer una tortilla, primero hay que romper los huevos. Ese refrán es muy acertado, especialmente cuando la "tortilla" en cuestión no solo transportará bienes y personas, sino que puede ser clave para el futuro de la exploración espacial.
Hablamos, por supuesto, de la prueba que el pasado domingo SpaceX realizó en Florida. Uno de los lanzamientos más importantes de su historia, pese a que todo el mundo sabía que no iba a llegar muy lejos.
El fallo del cohete Falcon 9 estaba predeterminado, y la prueba sólo podía terminar en "fracaso"; pero ese era el objetivo, al fin y al cabo. Y es que la verdadera misión no era transportar más provisiones a la Estación Espacial Internacional (ISS), sino probar el sistema de emergencia de la cápsula Crew Dragon.
La explosión del cohete de SpaceX
En efecto, se trata de la cápsula Dragon adaptada para tripulación, con la que SpaceX quiere llevar a astronautas al espacio. No es de extrañar, por lo tanto, que deba pasar más pruebas que las de la Dragon diseñada sólo para carga.
Una de esas pruebas exclusivas es la que demuestra que la cápsula es capaz de escapar de un posible fallo en el cohete; y de ahí la necesidad de que, un minuto y 24 segundos después del despegue, se iniciase la secuencia de escape.
Usando los cohetes SuperDraco integrados en la propia cápsula, esta se separó del cohete y escapó justo a tiempo; inmediatamente después, se inició la autodestrucción del Falcon 9, una función que normalmente se usa para evitar que el cohete termine en zonas pobladas en caso de error, pero que en este caso sirvió para simular un fallo que provocaría la explosión.
En el momento del evento, el cohete viajaba a 1.500 km/h, similar a cómo sería una misión en la que el objetivo fuese poner la cápsula en órbita.
El proceso ocurre en el minuto 19:15 aproximadamente en el siguiente vídeo:
Después de separarse del cohete, la Crew Dragon continuó ascendiendo por la gran inercia, alcanzando una altitud de 40 kilómetros hasta que finalmente, empezó a caer. Cuatro paracaídas se activaron y redujeron la velocidad lo suficiente como para que el impacto con el Océano Atlántico se pueda sobrevivir; aunque es algo que aún no sabemos con seguridad, ya que a bordo de la cápsula había todo tipo de sensores que registraron las condiciones y la fuerza del impacto.
Del análisis de esos datos llegará la conclusión de si la cápsula cumplió su cometido, y si es segura para astronautas humanos. Pese a eso, SpaceX ya ha calificado el proceso como un éxito, si bien no es la única que debe decidirlo. La NASA es la gran interesada de que el Falcon 9 y la Crew Dragon sean apropiados para llevar astronautas, por la necesidad que tiene de mantener los viajes a la ISS y de acelerar la exploración espacial; un proceso que culminará con la prevista vuelta a la Luna.
Primer viaje entre abril y junio
Las primeras impresiones de la prueba son buenas, con el administrador de la NASA, Jim Bridenstine, afirmando que la prueba parecía un completo éxito, el "último hito" necesario para aprobar el uso de la Crew Dragon.
Por su parte, y como es habitual, Elon Musk ha sido algo más efusivo con sus palabras, afirmando que ha sido una "misión perfecta", y haciendo planes en directo en la conferencia de prensa del evento. Con el éxito de la misión, Musk pretende que los primeros astronautas viajen en la Crew Dragon en el segundo trimestre del año.
Musk no es el único que puede decir eso, claro, pero viendo las reacciones de la NASA, hay motivos para el optimismo. Por lo tanto, el primer vuelo con astronautas de SpaceX se podría producir entre abril y junio; los astronautas ya han sido seleccionados y la Crew Dragon ya fue lanzada en una misión de prueba a la ISS.