Tras años de mala suerte y contratiempos de todo tipo, Elon Musk comienza a ver algo de luz en sus aspiraciones espaciales. SpaceX, fundada por él mismo en 2002, lleva encadenando unos meses de lanzamientos exitosos de naves espaciales y cosechando buenos resultados en sus proyectos de ingenería.
El último de ellos ha sido la explosión controlada de una de sus naves con el fin de probar los sistemas de seguridad. La cápsula, que simulaba llevar astronautas, ha conseguido escapar del cohete antes de que la explosión pudiera haber malogrado a los viajeros.
Este hito logrado es solo la punta de lanza de todo lo que pretende hacer el visionario Musk en las próximas décadas: viajes "accesibles" a la Luna o establecer una colonia en Marte son solo algunos de los proyectos en los que está trabajando el también fundador de Tesla.
"Muchos puestos de trabajo"
Un planeta deshabitado requiere de millones de horas de trabajo para establecer infraestructuras y servicios. La capacidad de carga de cada cohete Starship de SpaceX es de 100 toneladas y 100 personas. Una medida ambiciosa con respecto a lo que ofrece la competencia, pero relativamente pequeña si consideramos que allí a donde se va no hay absolutamente de nada y requiere un montaje desde cero.
Se necesitarán así tanto muchísimos materiales para construir una base marciana y, sobre todo, mano de obra. El propio Musk y a través de Twitter comentó con sorna que: "en Marte habrá muchos puestos de trabajo".
Estar en Marte no será como ir de vacaciones. Al menos aquellos que sean las primeras tandas en llegar. El objetivo de Musk es colonizar el planeta y para ello habrá que trabajar muy duro en todas las tareas que supondrá levantar la colonización en el planeta rojo.
En otra de las preguntas a Musk en Twitter, ha afirmado que "cualquiera podrá ir si lo desea". De momento se desconoce si SpaceX proveerá desde el primer momento los servicios mínimos necesarios (médicos, enfermeros, comunicaciones, ingenieros...) a todo aquel que viaje o si bien estos trabajos dependerán directamente de los integrantes de la primera tripulación.
Aunque la vuelta sea gratuita, debemos estar muy mentalizados de que posiblemente nunca volveremos a pisar la Tierra. Con todo lo que eso supone: dejar amigos, familia, ciudad... Todo por hacer historia y ser los primeros colonizadores de un nuevo mundo.
Algo parecido a lo que supuso el descubrimiento de América hace 500 años. Se contemplaba posibilidad de regresar, pero la gran mayoría creaban una nueva vida allí que les obligaba a trabajar, vivir y morir sin estar rodeados de la familia que les vio nacer. Ese es el mayor problema y el mayor reto de la primera generación en Marte. Conseguir romper todos los lazos personales para llegar a un nuevo planeta es solo apto para unos pocos.
Al menos es la visión que tenemos actualmente. Quizá unas décadas después del primer aterrizaje marciano el concepto de irse a otro planeta sea como ahora marcharse a otro país. Las distancias, la tecnología y la física juegan en nuestra contra; aunque seguramente pensaban lo mismo en el siglo XVI.
Cómo será viajar a Marte
Colonizar otros planetas es uno de los anhelos de la humanidad desde que Rusia y Estados Unidos consiguieron lanzar a personas al espacio. Se ha escrito mucho sobre cómo serán las casas en Marte (hasta Ikea tiene su propuesta) o qué vida llevarán los que se enrolen en una de estas aventuras. Pero de lo que tenemos más información es sobre cómo llegar hasta allí.
El viaje de ida, según publicó Elon Musk en Twitter, costará menos de 500.000 dólares pudiendo conseguir precios de menos de 100.000 dólares pasados unos años. Si no tienes el dinero en efectivo tampoco habrá problemas puesto que SpaceX te prestará el dinero para devolverlo en cómodos plazos. Desde luego que son unos precios y unas condiciones muy atractivas teniendo en cuenta que el posible viaje de vuela corre a su cargo.
En otras de estas rondas de preguntas que hace en Twitter el CEO de SpaceX detalló que su objetivo es lanzar al espacio 3 naves por día. Lo que equivaldría a una media de 1.000 vuelos al año alcanzando una colonia de 1 millón de personas para el año 2050.
SpaceX está embarcada en varios proyectos con la NASA y el departamento aeroespacial del Boeing. Esta unión busca desarrollar naves reutilizables para llevar astronautas y provisiones a la Estación Espacial Internacional.
El otro gran actor de los viajes extraterrestres es Jeff Bezos. El mandamás de Amazon está trabajando en el desarrollo y fabricación de naves cilíndricas enormes capaces de albergar colonias humanas en el espacio. Además, quiere que el humano vuelva a poner un pie en la Luna en 2024. La rivalidad entre las compañías es patente, aunque en proyectos que nada tienen que ver.