La iluminación natural cobra cada vez más importancia en la arquitectura moderna, pero eso no siempre fue así; durante décadas se han construido edificios sin apenas ventanas, que dependían en exclusiva de la iluminación artificial.
Ahora que nos damos cuenta de las ventajas de las ventanas tradicionales, es demasiado tarde para muchos trabajadores, que tienen que pasar los días en oficinas claustrofóbicas, en las que a veces es difícil saber si es de noche o de día.
Aunque los nuevos edificios de oficinas se diseñen teniendo en cuenta la nueva tendencia, ¿qué pasa con los actuales? Mitsubishi cree tener la solución, con lo que llama el sistema Misola: básicamente, ventanas falsas.
Ventanas falsas para la oficina
Se trata de una idea muy simple, aunque la ejecución no lo sea. Son pantallas LED, que están programadas para dar la ilusión de que estamos viendo el cielo; han sido diseñadas para ser instaladas en el techo de las oficinas, bibliotecas o zonas en las que no sea posible tener una ventana normal y corriente.
Estas pantallas cumplen una doble función; por una parte, son un elemento decorativo que da la sensación de que el piso en el que estamos es el último, y estamos viendo el cielo. Pero además, son capaces de sustituir o complementar a la iluminación ya instalada en la oficina; la diferencia es que esta luz parece más natural.
De los cuatro bordes de esta falsa ventana, sólo tres se iluminan; el cuarto hace de "sombra", dando la impresión de que los rayos de sol están impactando desde un lado. Al cambiar de sitio la sombra conforme avanza el día, es posible simular el movimiento del sol en la bóveda celeste.
No solo eso, sino que las luces LED son capaces de cambiar de color dependiendo del momento del día, simulando amaneceres, atardeceres y los distintos momentos del día. Con todo eso, esta falsa ventana es capaz de dar una sensación real de paso del tiempo; estos cambios pueden ser activados manualmente, o bien programados para que coincidan con la luz exterior.
¿Sustitutos de la luz natural?
Por supuesto, esto no es un sustituto real a poner ventanas y claraboyas de verdad, pero puede ser lo siguiente mejor, especialmente porque su instalación es mucho más sencilla. Por ejemplo, además de en oficinas Mitsubishi planea instalar este tipo de ventanas falsas en hospitales y residencias de ancianos, donde puede ser difícil hacer obras y las ventajas de contar con una iluminación más realista se pueden notar en la salud.
Eso sí, no será barato. Dependiendo del modelo, costará entre 680.000 y 750.000 yenes (5.600 y 6250 € respectivamente).