La velocidad con la que Estados Unidos está desarrollando su programa espacial está obligando a las potencias mundiales mover ficha. La NASA, como punto de partida de la mayoría de los proyectos públicos, está viviendo uno de sus mejores momentos de las últimas décadas gracias a empresas como SpaceX.
Europa, por el contrario, siempre ha ido a la zaga del país norteamericano que tradicionalmente se ha jugado el partido frente a una Rusia que, hasta hace pocas semanas, era la única con capacidad para transportar astronautas a la Estación Espacial Internacional.
Desde la Unión Europea se han dado cuenta, quizá un poco tarde, de la enorme diferencia tecnológica y de capacidad de lanzamiento que tanto Estados Unidos como la siempre discreta China han conseguido en los últimos años. Para intentar frenar esto y conseguir reducir distancias, la Unión Europea se han propuesto inyectar más dinero en su programa espacial a todo proyecto relacionado con el lanzamiento de cohetes, comunicaciones por satélite y exploración espacial. También se plantean casos de desarrollo de cohetes reutilizables, igual que los Falcon de Tesla.
"El espacio es uno de los puntos más fuertes de Europa y nos estamos dando todos los medios para acelerar", ha declarado Thierry Breton, Comisario de la Unión Europea, a Reuters. A lo que prosigue: "SpaceX ha redefinido los estándares de los lanzamientos, por lo que Ariane 6 es un paso necesario, pero no el objetivo último: debemos pensar ya en el Ariane 7".
En los datos proporcionados por Thierry Breton, se contempla una partida de 16.000 millones de dólares para el espacio en el próximo programa presupuestario. Además, él propondrá un extra de 1.000 millones para el desarrollo de startups relacionadas con el sector.
Para el programa de geoposicionamiento europeo Galileo, Breton ha mostrado las intenciones de adelantar el proyecto de renovación de los satélites de 2027 a 2024. Serán, según sus propias palabras, "los más modernos del mundo" y podrán interaccionar entre ellos para proveer de mejor posicionamiento.
Entre sus planes, está la creación de una red satelital europea que proporcionaría conexión a internet de alta velocidad a todos los europeos -algo que nos recuerda al Starlink de SpaceX-, además de trabajar en un sistema de Gestión del Tráfico Espacial (Space Traffic Management System, en inglés) para evitar colisiones entre satélites al mismo tiempo que se puede aumentar su número de forma segura.