Después de unos cuantos intentos fallidos y tras haber aprendido de los errores pasados, SpaceX está hoy un paso más cerca de poder enviar naves a Marte. Lo ha conseguido en la madrugada española tras hacer despegar y aterrizar a su nave Starship de forma controlada y segura.
Hace unos meses, un día antes de que la Crew Dragon marchara hacia la Estación Espacial Internacional, un modelo de Starship junto con el mecanismo propulsor explotó sin levantarse siquiera unos centímetros del suelo. Algo que ocurre con más frecuencia de lo que pudiéramos pensar y es que el desarrollo de una nueva nave espacial junto con un cohete y motores nuevos no es para nada sencillo. Ni para una de las empresas con mejor tecnología espacial en la actualidad.
El hito conseguido hoy, tan solo un par de días tras el regreso de la Crew Dragon, supone un avance importantísimo en la carrera espacial dado que es el primer prototipo de Starship de este tamaño que consigue levantarse. Hace aproximadamente un año también se elevó del suelo otro, pero estaba fabricada en una escala menor. En el caso que hoy nos ocupa, la nave ha alcanzado unos 150 metros y después ha conseguido regresar a la superficie de forma controlada sin mayores inconvenientes.
El prototipo Starship SN5 es la quinta versión que SpaceX pone a prueba y lo ha hecho junto con el motor Raptor SN27. Tanto el modelo de la nave como del motor son las apuestas en firme de Elon Musk para la realización de los viajes a Marte, a la Luna e incluso serán los dedicados para realizar vuelos en la tierra a velocidades hipersónicas.
El diseño de los motores Raptor les permite estar instalados tanto en la plataforma de propulsión Super Heavy como en la propia nave espacial Starship. En el lanzamiento de hoy, la Starship tan solo estaba equipada con un Raptor de los 6 que presumiblemente equipará en el futuro.
El pequeño 'salto', como se denomina a este tipo de vuelos, de hoy ha servido a los ingenieros de SpaceX para probar los sistemas de despegue y aterrizaje. La versión final de la Starship estará diseñada para despegar y aterrizar de forma controlada empleando sus motores, al igual que actualmente ocurre con el cohete Falcon 9.
El prototipo que hoy ha mostrado SpaceX nada tiene que ver con el diseño que tendrá finalmente la nave. La Starship SN5 es prácticamente un cilindro plagado de sensores que intenta asemejar el peso y las dimensiones -a escala- de lo que será en el futuro la nave funcional.