No cabe ninguna duda de que en España el teletrabajo ha salido enormemente beneficiado de la pandemia. Mientras que hasta hace nada lo extraño era trabajar desde casa, ahora se ha convertido en todo un estándar para muchas empresas. Tanto es así que se acaba de aprobar una legislación sobre el teletrabajo, algo que parecía antes de la llegada del coronavirus.
Sin embargo, pese a la conveniencia de trabajar de manera remota, hay otros factores que hacen que sea mejor el trabajo en oficina. La relación con los compañeros, la fluidez en proyectos comunes e incluso el ambiente de trabajo, sin embargo, con el actual peligro del virus es complicado asegurar los ambientes. Eso sí, no hay que olvidar que pese a todo es posible hacerlo de la mano de la tecnología, y es que existen una gran cantidad de avances que posibilitarían una vuelta segura a la oficina. Aunque, como es obvio, es necesaria una fuerte inversión para lograrlo.
El rastreo de contactos, los controles de temperatura, el eye-tracking y el control de aforos en tiempo real son algunas de las medidas que ya pueden automatizarse gracias a la tecnología y permiten seguir el rastro al virus en caso de brote.
Controles de temperatura
Aunque no implique que alguien tenga necesariamente COVID-19, la medición de temperatura mediante termómetros digitales se ha convertido en algo corriente en medio mundo. Eso sí, hacerlo manualmente es casi tarea imposible en el caso de las firmas con cientos o miles de empleados.
Una alternativa bastante eficiente sería el nuevo dispositivo de B+Safe, ya que es capaz de medir la temperatura desde la muñeca en un segundo. Este sistema completamente autónomo no requiere de terceras personas y solo abriría el torno a aquellos no superen una determinada temperatura.
Otra opción podría basarse en las cámaras termográficas. Como indica su nombre, logran calcular la temperatura corporal de los que salgan en su campo de visión y envían una alerta en caso de ser demasiado elevada.
Puertas con la mirada
Pese a llevar mascarillas, es posible contagiarse al tocar pomos de puertas, botones de ascensores y otros lugares sensibles. Por esa precisa razón pueden ser de gran utilidad todas aquellas tecnologías que ayuden a minimizar al máximo el contacto con superficies.
Y precisamente en ese punto puede resultar interesante el uso de la tecnología eye-tracking, que consiste en controlar dispositivos con la mirada. En España tenemos como ejemplo Irisbond, una compañía vasca especializada en dicha tecnología y que ya la está integrando en algunas empresas para poder abrir puertas o dirigir ascensores sin usar el tacto.
Inteligencia Artificial
La Inteligencia Artificial es otra de esas tecnologías muy útiles para controlar la pandemia en entornos empresariales, ya que permite analizar una gran cantidad de parámetros de manera automática y en tiempo real.
Just Digital, una empresa española, ha desarrollado un algoritmo de IA que puede ayudar a garantizar la seguridad de las oficinas en plena pandemia. Como se puede observar en la imagen, detecta si los empleados llevan mascarilla o no, además de si se está respetando la distancia de seguridad.
Del mismo modo, calcula la temperatura corporal, facilita el control de aforos e incluso cuenta con un sistema predictivo que informa sobre el posible porcentaje de infectados en base a los datos recopilados. Sin duda, se trata de una herramienta muy completa y resolutiva para empresas.
Rastreo de contactos
El ahora tan popular rastreo de contactos es una medida imprescindible para saber quiénes podrían estar infectados en caso de que se dé algún positivo de COVID-19 en el espacio de trabajo.
Por suerte, ya hay varias soluciones que permitirían realizar ese rastreo en oficinas, como la de Johnson Controls o COwin-19. Ésta última, por ejemplo, utiliza el Bluetooth de los móviles o incluso de colgantes para realizar ese seguimiento.
Básicamente, funciona como si fuese una especie de Radar COVID pero aplicado a la oficina. El dispositivo registraría de manera anónima los contactos entre compañeros que han estado a menos de 1,5 metros y durante 15 minutos.
Incluso, el colgante vibraría a modo de aviso para avisar de que estamos demasiado cerca de alguien. Todos los datos son revisables desde una app de smartphone, por lo que bastaría con que todos los empleados activasen el Bluetooth de sus móviles o llevasen el mencionado colgante, lo que parece una opción menos intrusiva.
Como han podido comprobar, la tecnología ya hace posible volver a la oficina con un bajo riesgo de contagio y con capacidad de control del virus llegado el caso. Eso sí, de momento resulta preferible quedarse en casa y eliminar ese pequeño riesgo por completo.