Todo parece indicar que durante los próximos años los robots pasarán a cobrar una mayor importancia en la sociedad. No cabe duda de que muchos acabarán reemplazando a humanos en multitud de sectores clave del desarrollo de España.
Lo cierto es que las posibilidades son casi infinitas. Desde robots camareros como Alexia, que ya sirve cañas en un bar de Pamplona, hasta robots albañiles mucho más eficientes e incluso robots científicos capaces de investigar sin ayuda humana.
Del mismo modo, éstos también pueden ser valiosos a la hora de realizar tareas peligrosas, como en el caso de tratar con explosivos. Un aspecto en el que precisamente destaca una compañía española que ha sido capaz de desarrollar un revolucionario robot que aumenta o reduce su ancho para desactivar explosivos.
El robot pionero made in Huesca
Aunav, una firma de Huesca, es quien está detrás de este peculiar robot, que han decidido bautizar como aunav.NEO. Según explican desde la empresa, es el "único robot de desactivación de explosivos con geometría variable".
Como se puede apreciar en el vídeo, lo que le hace tan especial es su habilidad de cambiar su ancho desde los 400 hasta los 680 milímetros. De este modo, es capaz de adaptarse a cualquier escenario, incluyéndose pasillos estrechos de aviones, autobuses, metros y otros espacios de difícil acceso para la inmensa mayoría de los robots.
También consigue subir escaleras, rampas o moverse sin problemas entre escombros gracias a su sistema de autoestabilización, que permite mantener siempre la plataforma del robot en posición horizontal.
Una versatilidad a la que hay que sumarle su faceta de robot desmontable y modular, lo que facilita su transporte. Como ejemplo, los brazos, flippers y baterías pueden desacoplarse en apenas unos segundos sin herramientas especiales para montarse en un gran abanico de vehículos, incluso en el maletero de un coche.
Salvando vidas
El aunav.NEO está preparado para la neutralización de explosivos improvisados, municiones o amenazas NRBQ (nucleares, radiológicas, biológicas y químicas). Para ello cuenta con un brazo con rotación 360 grados que puede levantar objetos de hasta 75 kilogramos.
Como es lógico, la utilización de un robot como éste supone una gran ventaja para los cuerpos de seguridad de cualquier estado, ya que el robot puede manejarse a distancia, evitando así los daños humanos que podría provocar una explosión.
Concretamente, los operarios podrán dirigir el aunav.NEO a una distancia de entre 700 metros y 3 kilómetros en función de las características del terreno, pudiendo visualizar en todo momento hasta ocho cámaras en tiempo real, además de una representación en 3D del robot.
El dispositivo desde el que se controla el robot es una especie de tablet con varios botones y joysticks en los laterales, prácticamente como si se tratase de una consola portátil desde la que se juega a un videojuego militar.
En otro orden de cosas, este robot se desplaza a una velocidad máxima de 5 kilómetros por hora y cuenta con una autonomía de aproximadamente 5 horas (aunque depende de la operación). Asimismo, sube pendientes de hasta 45 grados y dispone de sistemas anti-vuelco y anti-colisión de obstáculos.
No cabe duda de que esta empresa de Huesca ha hecho un buen trabajo con el aunav.NEO, un robot que puede resultar de gran utilidad a la hora de desactivar explosivos en zonas de tan difícil acceso como un avión o un tren gracias a su geometría variable.