El aliento de medio mundo se detuvo durante los primeros segundos del accidente de Romain Grosjean en el circuito de Baréin. El francés se estrelló contra la protección metálica que absorbió el golpe al tiempo que el coche de Fórmula 1 se incendiaba.
Lo aparatoso del accidente no impidió a Grosjean salir por su propio pie del monoplaza mientras los equipos médicos y de bomberos acudían al lugar para tratar la emergencia. "Sin el halo no estaría hoy aquí", declaró horas después tumbado en la camilla de un hospital con las manos vendadas y cara sonriente.
Pero ¿qué es el halo? El dispositivo que, probablemente, ha salvado la vida al piloto de Fórmula 1 es un elemento de seguridad que se comenzó a probar en 2016 y fue equipamiento obligatorio a partir de la temporada de 2018.
El halo no es más que una estructura que se coloca justo encima de la cabeza del piloto. Fabricado en titanio, uno de los materiales más resistentes, está anclado en tres puntos. Dos en los laterales y uno más justo en el centro del campo visual del piloto. Esta última fue una de pegas que se encontraron mientras se probaba en algunos coches.
Una vez superado lo anterior y demostrando que realmente no impedía tener una visión suficiente de la pista y del resto de coches, se comenzó a trabajar en el prototipo final. Según las propias pruebas simuladas de la FIA (Federación Internacional de Automovilismo), se consigue aumentar en un 17% la tasa de supervivencia del piloto.
Esta pequeña 'jaula' de titanio viene a mejorar el único punto débil que hasta ahora tenían los pilotos de estos monoplazas: la cabeza. Aportando ese extra de rigidez y protección se pueden salvar vidas, como le ha ocurrido a Grosjean este pasado fin de semana. La estructura no está diseñada ni fabricada por las marcas que compiten sino que son algunas empresas con experiencia en el mundo de la industria aeroespacial las encargadas de fabricar los halos.
Según las especificaciones publicadas por la propia FIA, el halo tiene que ser capaz de soportar una fuerza equivalente a 12 toneladas de peso desde arriba y durante cinco segundos "sin fallar ninguna parte de la celda de supervivencia o los soportes". Del mismo modo, también debe soportar fuerzas laterales equivalentes a esas mismas 12 toneladas. "Ahora es el elemento más fuerte en un automóvil de Fórmula 1", concluyen. Actualmente, la FIA obliga a las escuderías a equiparlo en la propia Fórmula 1, Fórmula 2, Fórmula 3 y, el año que viene, también en la Fórmula 4.