La aviación eléctrica no para de estudiar, diseñar y desarrollar fórmulas para conseguir despegar como se merece. Actualmente existen algunas propuestas en firme en forma de pequeñas aeronaves comerciales, pero nada realmente competitivo para otros escenarios más complejos.
Airbus, como uno de los fabricantes de aviones más importantes del mundo, lleva trabajando en conceptos eléctricos y de emisión cero varios años. Por el momento no ha conseguido dar con la tecla correcta, aunque el hidrógeno parece un punto de partida muy interesante.
El nuevo proyecto que ha presentado Airbus recoge la creación de unos 'pods' o cápsulas de hidrógeno que pretenden alimentar a los motores del futuro y ser intercambiables en muy poco tiempo.
Dentro del programa ZEROe, los ingenieros de Airbus han diseñado una aeronave de ala alta con seis motores de hélice. "Las cápsulas [pods] son esencialmente un sistema de propulsión de celda de combustible distribuida que entrega un empuje a la aeronave a través de seis propulsores", ha declarado Matthieu Thomas, arquitecto jefe de ZEROe.
Los aviones más grandes constuidos hasta la fecha y que usan hidrógeno no pasan de los 20 asientos, por lo que pueden utilizar la configuración tradicional de dos motores. "Pero una mayor capacidad de pasajeros y un mayor alcance requieren otra solución", recalcan desde Airbus.
Las cápsulas ideadas por el fabricante de aviones se componen de una hélice, motores eléctricos, celda de combustible, electrónica, tanque de hidrógeno molecular, un sistema de refrigeración y un conjunto de equipamiento auxiliar. Es decir, todo lo que un motor necesita, condensado en una cápsula intercambiable.
"El hidrógeno y el aire son proporcionados a las celdas de combustible para generar una corriente eléctica. La electrónica de potencia la convierte en energía para alimentar los motores eléctricos. Y gracias a este energía, la hélice gira solidaria al motor", apuntan desde Airbus.
Otro de los puntos a tener en cuenta es que los pods pueden desacoplarse y reacoplarse en tiempo récord, aunque no especifican cuánto. "Este enfoque podría proporcionar una solución práctica y rápida para el mantenimiento y, potencialmente, el reabastecimiento de hidrógeno en los aeropuertos".
Las hélices de las cápsulas, compuestas por ocho palas, están fabricadas de materiales compuestos y diseñadas específicamente para proporcionar un empuje adicional durante las fases de despegue y ascendo del vuelo.
Airbus también indica que todavía necesitan muchas horas de trabajo para ir afinando el invento y la coloca como una de las tantas propuestas que están valorando. "La decisión [sobre qué propuesta es la más adecuada] se tomará en 2025", ha apuntado Glenn Llewellyn, vicepresidente de Zero-Emission Aircraft.