Pandemias a un lado, el 2020 ha sido uno de los más prolíficos para la exploración espacial de los últimos años. Lejos del absoluto fracaso del cohete Vega, en el que España había confiado para lanzar el satélite Ingenio, compañías como SpaceX han conseguido romper todos los moldes que la industria aeroespacial había establecido desde sus inicios y encaran el 2021 con la mejor de las expectativas.
Con Elon Musk al frente, la compañía prosiguió con la hoja de ruta marcada haciendo despegar al primer equipo de astronautas desde tierras estadounidenses. Nos tenemos que remontar nada menos que a 2011, cuando se retiró el último trasbordador espacial, para encontrar algo parecido. Desde hace esos nueve años, Estados Unidos ha tenido que usar -contratos millonarios mediante- los servicios de las naves rusas Soyuz.
Un cohete Falcon 9 impulsó a la cápsula Crew Dragon hacia la Estación Espacial Internacional. Fue el pasado 30 de mayo y, desde entonces, la alegría ha sido el sentimiento predominante en la casa SpaceX. Uno de los secretos del éxito es que tanto la cápsula como el cohete han sido diseñados para ser reutilizables. Esto último, que ya forma parte de 'La fórmula de Elon Musk', es el camino que la compañía continuará en el 2021, como año clave para continuar cumpliendo los planes.
Tras casi 6 meses del primer vuelo de prueba (el del 30 de mayo), Jim Bridenstine, administrador y máximo cargo de la NASA, anunció la certificación de la Crew Dragon para realizar vuelos regulares a la Estación Espacial Internacional. De esta forma, SpaceX se convertía en la compañía de 'cabecera' para la agencia estadounidense en sus próximos vuelos y se proclamaba la tan ansiada independencia espacial de Rusia.
Todos estos antecedentes hacen del 2021 un año excepcional en las previsiones. SpaceX tiene 365 días para seguir demostrando la absoluta superioridad respecto a otras compañías en plena carrera especial y continuar con sus planes para el futuro: regresar a la Luna y viajar a Marte.
Actualmente, y con posibilidades de cambio, existen tres vuelos de la Crew Dragon para el 2021 con destino la Estación Espacial. El primero de ellos planeado para marzo, un segundo para septiembre y un tercero para llevar turistas. Los dos primeros están recogidos dentro del acuerdo de la NASA con SpaceX y con el fin de poner sendas dotaciones de científicos en órbita.
Turismo espacial
Si todo va según lo planeado, en el año 2021 veremos el primer viaje de turistas a la Estación Espacial Internacional. El vuelo ha sido encargado por Axiom Space, una compañía nacida en 2016 al calor de la nueva era dorara de la industria aeroespacial cuyo objetivo último es el de ofrecer viajes más allá de la atmósfera.
Axiom está inmersa en la actualidad en el desarrollo de módulo para la Estación Espacial que ha recibido la luz verde de la NASA. Hasta que ese Segmento Orbital se ponga en órbita y se acople a la EEI en 2024, Axiom ha contratado los servicios de SpaceX para su primer vuelo.
La compañía de Musk utilizará su combinación más probada: una cápsula Crew Dragon propulsada por un cohete Falcon 9. En su interior, estarán presentes el actor Tom Cruise junto con el director Doug Liman, que grabarán escenas para la primera película rodada en el espacio. El tercer turista espacial será el multimillonario israelí Eytan Stibbe.
Si todo sale según lo planeado, la misión será lanzada en algún momento de octubre del 2021 desde el Centro Espacial John F. Kennedy (Florida) y tendrá una duración total de 10 días. La intención de Axiom es que los turistas puedan disfrutar de las instalaciones en órbita un total de 8 días.
Este vuelo, denominado SpaceX Axiom Space-1 será el tercer viaje de un conjunto de Crew Dragon y Falcon 9 a la Estación Espacial en 2021, si sumamos los dos del acuerdo con la NASA citados antes.
Marte y la Starship
Que el objetivo último de Elon Musk es llevar al primer humano a pisar el planeta rojo no es algo nuevo. Desde la creación de la compañía en 2002, Marte ha sido una de las palabras más repetidas en SpaceX y la persecución contrarreloj de la tecnología necesaria ya se ha llevado por delante miles de millones de dólares.
Con la tecnología de la cápsula Crew Dragon y el cohete Falcon 9 más que probada y superada, el propio Musk envió un comunicado a sus empleados a mediados de 2020 anunciando que la compañía pasaba a centrarse en Marte y trasladando fuerza de trabajo al desarrollo de la nave Starship a lo largo de 2021.
La Starship es, ahora, el mayor de los retos al que se tiene que enfrentar la compañía. En 2020 tampoco han dejado de probar varios desarrollos con todo tipo de resultados. La última prueba, acontecida hace tan solo unas semanas, dio un rendimiento muy favorable consiguiendo despegar y manteniéndose en el aire durante un tiempo.
El problema sobrevino a la hora de girar para ponerse en 'modo aterrizaje', una maniobra realmente compleja y que Musk ya anunció que tenía una probabilidad muy elevada de salir mal. Las naves Starship, con capacidad para 100 personas, serán las responsables de unir la Tierra con Marte en una especie de 'puente aéreo' que unirá los 2 planetas con vuelos regulares, por ahora, sin billete de vuelta.
Aunque Elon Musk ya haya puesto toda la carne en su proyecto para ir a Marte, los resultados tardarán en plasmarse en las pruebas de campo. El 2021 se plantea, con todo lo anterior, como un año clave que decidirá si la línea de tiempo marcada por SpaceX se puede seguir.
Las últimas declaraciones del CEO de la compañía, producidas en noviembre, no hicieron otra cosa que confirmar sus ideas. "Es muy probable que humanos pisen Marte en 2026". Y, si tienen suerte, "quizá en cuatro años". Ambas declaraciones están en la línea de lo que dijo en 2016, cuando afirmó que "el humano llegaría a Marte en 10 años".
Además, el objetivo de Elon Musk es lanzar la primera misión no tripulada en solo 2 años como avanzadilla para probar la tecnología de ida y también la de vuelta. Esta última es una de las mayores barreras a las que se tienen que enfrentar: hacer regresar las naves.
Para abaratar costes, las Starships son vehículos reutilizables que tienen que volver a la Tierra para poder usarse en sucesivos vuelos. Además del reto de tener combustible suficiente para la vuelta, queda la resistencia a radiación extrema a la que se somete cualquier cuerpo que viaje por el espacio. Esperamos que en 2021 nos arroje luz en todos estos temas tan importantes y veamos más pruebas de naves.
Humanos en la Luna
La tercera incógnita de la ecuación de SpaceX se completa con el Programa Artemis, mediante el que NASA quiere tener de vuelta a humanos en la superficie de la Luna. Según recoge la propia Agencia Espacial de Estados Unidos en su página web, el objetivo es completar la primera parte de la misión en el año 2024.
El Programa Artemisa ya se ha considerado como el 'entrante' para los primeros viajes a Marte. SpaceX, como uno de los contratistas preferidos del Gobierno de Estados Unidos, no se iba a perder la ocasión y cuenta con una financiación multimillonaria para construir algunos elementos que llevarán al hombre a la Luna.
Al igual que para los viajes a Marte, la Starship será la elegida para viajar a la Luna y llevar carga y astronautas en su interior. Artemisa será la prueba de fuego para la nave en la que ahora SpaceX trabaja contrarreloj.
El planteamiento de la NASA es establecer la plataforma orbital Gateway alrededor de la Luna como centro de operaciones de toda la misión. Se espera que la Gateway esté en órbita en el año 2028 y, hasta entonces, el funcionamiento de Artemisa será diferente, empleando naves desarrolladas por la propia NASA o la Starship.
La operativa de esta última es un tanto particular. Empleará el cohete SuperHeavy (desarrollado por la propia SpaceX) y una etapa instalada dentro de la propia nave para alcanzar una órbita baja de la Tierra. Ahí se rellenarán los tanques de combustible y proseguirá su viaje para encontrarse con una cápsula Orion (previamente lanzada) de la NASA diseñada por Lockheed Martin.
La Orion permanecerá orbitando alrededor de la Luna y será alcanzada por la nave de Musk. Los astronautas pasarán entonces a formar parte de la tripulación de la Starship, que descenderá a la superficie lunar y, tras realizar sus tareas, regresarán a la nave Orion.
La operativa cuando la plataforma Gateway esté operativa será muy parecida. Básicamente, la Starship de SpaceX servirá como 'lanzadera' entre esta estación espacial y la superficie lunar.
El Programa Artemisa es la apuesta estrella de la NASA para el corto plazo y, para ello, ha contratado a las primeras espadas de la industria. Aparte de SpaceX, en este programa está presente Lockheed Martin, Blue Origin (empresa de Jeff Bezos) y Dynetics. Y las agencias espaciales de Europa (con participación de Airbus), Rusia y Japón; como colaboradores de Gateway y de otros componentes esenciales.