A diferencia de otros multimillonarios, Jeff Bezos ha solido apostar por un perfil bajo alejado de todo tipo de ostentaciones, excentricidades y polémicas. Una faceta similar a la que podemos encontrar en Amancio Ortega, el hombre más rico de España con el imperio Inditex, con quien el dueño de Amazon comparte afición por la náutica y los majestuosos yates. Un hobby tan caro como exclusivo. Y más cuando nos movemos por las altas esferas de la élite mundial.
Poco más de dos meses después de que saliera a la luz que Abramovich, el dueño del club de fútbol inglés Chelsea, estaba construyéndose el megayate Solaris, esta vez el objetivo se centra en Bezos. Quien encargó al astillero holandés Oceanco la construcción de su megavelero de 127 metros de eslora.
El pedido se había mantenido en el más absoluto de los secretos durante dos años y tiene un coste estimado superior a los 500 millones de dólares, según Bloomberg. Quienes también apuntan a algunas características un tanto peculiares del velero de Jeff Bezos.
La primera de ellas es que contará con 3 mástiles de grandes dimensiones y se posicionará como uno de los veleros más grandes jamás construidos para uso privado. Otro de los puntos interesantes es que el megavelero contará con un yate de apoyo donde se instalará un helipuerto. Algo que tiene sentido debido a la falta de espacio en la embarcación más grande donde el trío de mástiles ocupa casi toda la cubierta y a que Lauren Sánchez, la pareja de Bezos, es piloto de helicóptero.
El velero del fundador de Amazon y de Blue Origin se posicionará como el segundo del mundo más grande en su clase. Justo detrás del megavelero A que cuenta con 146 metros de eslora y que se remató en el astillero de Navantia en Cartagena, donde también se ha construido el submarino S-81 para la Armada. El dueño del A es el empresario ruso Andrey Melnichenko quien hace fortuna en la industria minera del carbón.
Del mismo modo, se sitúa justo por delante del yate Black Pearl con 106 metros de eslora y construido en los astilleros de Oceanco, los mismos que están trabajando en el barco de Bezos. La cuenta -de 200 millones de dólares- corrió a cargo de Oleg Burlakov, otro empresario ruso que se ha dedicado al negocio de los hidrocarburos, quien lo recibió en el 2018.
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