Los coches voladores han sido uno de los grandes anhelos de la humanidad de las últimas décadas. Los primeros bocetos apuntaban a sistemas convertibles que podían rodar por cualquier carretera de España y, en un momento dado, pulsar un botón y convertirse en una aeronave.
Ese concepto, más propio de una película de ciencia ficción, dio paso a los coches voladores en formato VTOL (capaces de despegar y aterrizar en la vertical) que no cuentan con propiedades rodantes más allá de las estrictamente necesarias para desplazarse por un aeropuerto. Pero nada mínimamente manejable por las calles de una ciudad o una carretera.
Una de las compañías mejor posicionadas en los coches convertibles en aviones es AirCar, que cuenta con su base de operaciones en Eslovaquia donde ya ha realizado algunas pruebas de vuelo. En ese país europeo ha realizado el último de los test que ha consistido en un vuelo entre dos aeropuertos de dos ciudades del país. En concreto, un 'salto' de 35 minutos entre los aeropuertos de Bratislava y el de Nitra.
"Este vuelo inicia una nueva era de vehículos de transporte dual. Abre una nueva categoría de transporte y devuelve al individuo la libertad que originalmente se atribuía a los automóviles", ha declarado el profesor Klein, fundador de la compañía que desarrolla el AirCar, nada más salir de la cabina de mandos en el aeropuerto de Bratislava".
De avión a coche
La clave del AirCar es, sin duda, su rápida capacidad para convertirse de coche a avión y de avión a coche. El proceso está marcado en unos 3 minutos, los suficientes como para acercarse a la cabecera de la pista, acelerar y despegar sin entorpecer el ya saturado tráfico aéreo.
Dentro del AirCar, en el vuelo mencionado, iba el profesor Stefan Kelin y el cofundador de la compañía Anton Zajac. El trayecto buscaba demostrar que contar con este tipo coche volador reducía notablemente los tiempos de viaje y unieron los centros de ambas ciudades en un tiempo récord. Aproximadamente la mitad de lo que toma actualmente realizar el mismo recorrido.
"La transición automatizada de un vehículo de carretera a un vehículo aéreo y viceversa [...] es el resultado de una excelente ingeniería y conocimientos profesionales", ha dicho Branko Sarh, técnico experto retirado de la compañía Boeing, quien participa en el proyecto.
El primer concepto de coche volador levantó por primera vez el vuelo el pasado mes de noviembre obteniendo unos resultados excepcionales gracias a su sistema de transición mencionado por Sarh. Tanto es así que la compañía está desarrollando un segundo prototipo mucho más capaz desde el punto de vista mecánico con mayor potencia y con una autonomía interesante.
El AirCar Prototype 1, el que voló en noviembre, dispone de un motor de 160 caballos de origen BMW y ya acumula más de 40 horas de vuelos de prueba bajo la supervisión de las autoridades aéreas eslovacas. Este modelo sirve como banco de pruebas perfecto, pero su velocidad máxima de crucero se sitúa en unos discretos 190 kilómetros por hora.
En cambio, el AirCar Prototype 2 recurre a un motor mucho más potente de 300 caballos y recibirá la certificación de aeronave por parte de la EASA con un permiso especial para poder circular por carreteras. Sancado la calculadora, podría cubrir la distancia entre los aeropuertos de Madrid y Barcelona en solo dos horas y luego desplazarse al centro de la ciudad. Todo de forma legal gracias a las certificaciones que están por llegar.
Este modelo cuenta con hélice de paso variable y se espera que consiga una velocidad de 300 kilómetros por hora y una autonomía cercana a 1.000 kilómetros. El AirCar Prototype 2 es también el modelo de preproducción del coche volador de la compañía y que ya "cuenta con un comprador", como recalcó Stefan Klein el pasado noviembre.
El Uber de los aviones
La mejora tecnológica de las aeronaves y de la movilidad eléctrica de los últimos años ha traído consigo algunas iniciativas realmente interesantes e innovadoras. Una de ellas es VoltAero, una compañía europea de aviación eléctrica que proveerá vuelos al más puro estilo de un Uber o un Cabify asociándose con Kinect.
De esta forma, VoltAero proporcionará aviones eléctricos de seis asientos capaces de alcanzar los 360 kilómetros por hora en velocidad de crucero con una autonomía que se puede estirar hasta los 1.200 kilómetros. Suficiente, por ejemplo, como para unir Madrid y Barcelona.
La aeronave tiene previsto comenzar a operar de forma comercial en el año 2023, momento en el que se incluirá en la carta de aviones disponibles en la aplicación Kinect con los mercados de Estados Unidos y Reino Unido como avanzadilla.
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