Al igual que ocurrió con el sector de la aviación hace unas cuantas décadas, volar al espacio se convertirá en un viaje turístico más dentro de muy pocos años. Y para gestionarlo todo y que no quede ni un fleco suelto, se necesitan las tradicionales agencias de viajes que tan populares son en España, país referencia mundial del turismo. Aunque por el momento no en el espacial.
Aplicando un método muy similar a las agencias tradicionales, en Reino Unido se acaba de abrir la primera dedicada exclusivamente a los viajes espaciales. Ha sido puesta en marcha por la compañía londinense Rocket Breaks, una de las mejor posicionadas en esto de los viajes espaciales, y tiene como objetivo ofrecer el pack turístico completo con programas de entrenamiento, alojamiento, coordinación con lanzadores...
Todo lo que cualquiera podría necesitar antes, durante y después del viaje. Entre los diferentes paquetes turísticos se pueden encontrar excursiones de un día al espacio, experiencias de ingravidez y la joya de corona: la posibilidad de pasar unas cuantas noches a bordo de la estación espacial Voyager Station. Que parece más un hotel de 5 estrellas que una espartana estación espacial.
"Sin lugar a dudas, el espacio es el futuro de la industria de los viajes", ha declarado David Doughty, fundadora de Rocket Breaks, a Euronews. "Hemos visto un hueco en el mercado y, al ingresar temprano, nuestro objetivo es hacer de Rocket Breaks una de las agencias más respetadas en el mundo de los viajes espaciales". Eso sí, usando tecnología de terceros como SpaceX o Virgin Galactic.
Turismo en órbita
De forma resumida, los viajes turísticos espaciales se pueden clasificar en dos categorías atendiendo al tiempo transcurrido más allá de la línea que separa la atmósfera del espacio exterior. La primera de ellas es la que dura tan solo unos pocos minutos -como la que realizará Jeff Bezos y su hermano el próximo 20 de julio- y la segunda la que usa las órbitas terrestres durante unos días.
Dentro de la segunda división, existen algunas propuestas como la de SpaceX abogan por usar su cápsula Crew Dragon -la misma que usa la NASA para sus viajes a la ISS- y otras por alojar a los huéspedes en hoteles orbitales, ambas de varios días de duración. Sin lugar a dudas esta última es la más compleja desde el punto de vista tecnológico, pero también la más cara y completa si tenemos en cuenta algunos proyectos de estaciones espaciales turísticas de lujo.
El hotel espacial será el producto estrella de la agencia de Reino Unido. En un primer momento, Rocket Breaks había confiado la estancia en órbita a la estación espacial Aurora, que prometía abrir sus puertas en el año 2022. Este proyecto cerró el pasado mes de marzo devolviendo todo el dinero que los inversores habían depositado, tal y como señaló la propia compañía.
Tras consultar con la compañía, David Doughty, director de Rocket Breaks, informó a OMICRONO sobre la finalización del proyecto de Orion Space tenía para su estación espacial Aurora. "Puedo confirmar que los planes del hotel Aurora han sido descartados", apunta Doughty.
Por otro lado, el director de la agencia de viajes espaciales de Reino Unido declaró que se encontraban en pleno proceso de actualización para que la agencia pase a utilizar el hotel Voyager Station. E incluso ir más allá de una 'simple' estancia orbital y salir de la influencia de la Tierra.
"Sin limitar esta experiencia única a orbitar la Tierra, hay empresas como SpaceX que están desarrollando oportunidades para los viajes lunares", indican desde la página web de Rocket Breaks. En este sentido, la compañía fundada por Elon Musk se ha posicionado como una de las más punteras. Y lo demostrará en septiembre con el lanzamiento de un vuelo orbital turístico con una tripulación compuesta totalmente de civiles.
El hotel 5 estrellas
El turismo espacial de cinco estrellas también existirá gracias a las estaciones orbitales de lujo que ya se están planeando. La Voyager Station es la elegida por Rocket Breaks como destino predilecto tras el cierre del proyecto Aurora y pretende comenzar a lanzar misiones de prueba en el 2023.
Orbital Assembly, quien está detrás del proyecto, ha estimado que el hotel espacial estará operativo en el año 2027, momento en el que comenzará a recibir visitantes. El planteamiento de la compañía es el de disponer de un espacio flexible en el que cualquier con el dinero suficiente pueda tener su habitación permanente en la estación o alquilarlo por días como un hotel tradicional.
Una de las grandes bazas es que tendrá gravedad artificial gracias a la rotación de toda la nave consiguiendo una sensación similar a la que un astronauta experimenta en la Luna. Muy lejos de la gravedad que encontramos en la Tierra.
La estación estará compuesta por un total de 24 módulos unidos entre sí con capacidad para proporcionar alojamiento a 280 personas y 112 tripulantes. Además de habitaciones, dentro de esos 24 módulos también se encontrarán todos los espacios comunes como restaurantes, cafeterías, salones, spa... Y los necesarios para el almacenamiento de víveres.
El viaje hasta la estación tendrá un coste estimado de unos 5 millones de dólares y requerirá de un entrenamiento más o menos complejo que servirá como garantía de la buena forma física y mental del asistente. Para los lanzamientos, la compañía ha anunciado que usará los cohetes Starship de SpaceX como trasbordadores entre la Tierra y la Voyager Station.
Prototipo en 2023
El pasado 19 de junio, Orbital Assembly anunció que había conseguido resolver uno de sus retos de construcción más importantes. "Hoy logramos nuestro hito en la validación del Demonstrator Structural Truss Assembly Robot (DSTAR o Robot de Ensamblaje de Armadura Estructural)", declaró Tim Alatorre, director de operaciones de la compañía.
Este DSTAR es el robot que se encargará de conectar la estructura cuando se envíen las primeras unidades en órbita. "Ver al DSTAR ensamblar la estructura de celosía de 6 toneladas y expandirse a la longitud de un campo de fútbol como lo haría en el espacio fue una emoción para todos", recalcó Alatorre. "Estamos en camino de la fecha limite de lanzamiento de nuestra primera misión programada en el 2023".
Esta primera misión a la que hace referencia Alatorre tiene como objetivo lanzar el prototipo de la Voyager Station -llamado PSTAR -y colocarlo en la órbita baja de la tierra. El PSTAR ensamblará 52 metros de armadura circular que servirá como banco de pruebas para Orbital Assembly.
Cuando se haya rematado la construcción, se encenderán un total de 4 propulsores instalados a bordo de la aeronave que comenzarán a imprimir una fuerza de rotación al conjunto. Demostrando, si todo va según lo planeado, que se puede generar un ecosistema de gravedad con una fuerza de atracción similar a la lunar.
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