La guerra abierta por la construcción de cazas cada vez más avanzados entre las grandes potencias no se detiene ni un solo instante. Mientras España invierte en programas como el FCAS junto a otros países europeos, tan solo unos pocos países del mundo pueden presumir de no necesitar a terceros para desarrollar programas propios de aeronaves militares. Y entre ellos está Rusia.
Con una tradición aeronáutica de primer orden, Rusia cuenta con varios fabricantes de cazas con aviones que prometen plantar cara a los todopoderosos estadounidenses en la actual quinta generación. El último en presentarse ha sido el Sukhoi Checkmate -Sukhoi Jaque mate, en español-, cuya primera maqueta fue examinada por el presidente Vladímir Putin en la feria aeronáutica anual MAKS que se celebra a las afueras de Moscú del 20 al 25 de julio.
El Sukhoi Chekmate promete rivalizar directamente con el Lockheed Martin F-35 que tan buenos resultados está dando a sus operadores, entre los que se encuentra el propio Estados Unidos, Israel, Australia, Japón o Italia. Y entre cuyos potenciales compradores se encuentra Marruecos.
Jaque mate furtivo
Una de las características primordiales para que un avión se encuadre dentro de la quinta generación es su capacidad furtiva. Esta permite al caza no ser detectado -o al menos no tan fácilmente- por los radares enemigos mientras está realizando una operación. Permitiéndole al mismo tiempo internarse más allá de la línea enemiga.
"Combina soluciones y tecnologías innovadoras" y cuenta "con baja visibilidad y alto rendimiento en vuelo", así lo describen desde UAC (United Aircraft Corporation), un conglomerado estatal ruso que engloba a los principales fabricantes de aviones militares.
Con ese alto rendimiento, la UAC se refiere a algunas características técnicas que el nuevo Sukhoi Checkmate recoge como la posibilidad de llevar en su bodega interior hasta cinco misiles aire-aire de varios alcances en su versión más avanzada.
"Tanto las versiones tripuladas como no tripuladas del Checkmate pueden operar en un sistema de combate en red, lo que significa actuar como parte de un grupo de aviones tripulados y no tripulados", declaró Mikhail Strelets, diseñador jefe del Sukhoi Checkmate, a TASS.
Esto último abre la puerta a una línea de diseño que se lleva desarrollando a fuego lento en los laboratorios de los grandes fabricantes de aeronaves. La posibilidad de que un mismo modelo de caza -u otro muy similar basado en él- pueda operar sin tripulante en su interior. De forma autónoma o no. "La versión no tripulada del avión está siendo desarrollada en la actualidad", según indicaron desde la UAC en la presentación.
En cuanto al equipamiento extra, la aviónica contará con radar matricial -parecido al que equipan los Eurofighters del Ejército del Aire de España- y "puede atacar a seis y rastrear 30 objetivos en el aire al mismo tiempo", según Strelets. "Si hablamos de objetivos terrestres y navales, el avión puede rastrear dos objetivos simultáneamente".
La carga máxima de combate se eleva a 7.400 kilogramos, la autonomía -sin tanques extra- asciende a 2.900 kilómetros y con una velocidad máxima de unos 3.700 kilómetros por hora (Mach 3, o 3 veces la velocidad del sonido).
"El Checkmate está equipado con inteligencia artificial que actúa como copiloto", apunta Strelets. El sistema es capaz de diagnosticar todos los subsistemas del avión y ayudará al piloto en las situaciones de combate. "El piloto se concentrará en emitir comandos y la máquina realizará todas las operaciones automáticamente".
Un caza 'barato'
El concepto del avión se aleja de los pesos pesados como el mencionado Su-57 y se acerca más al de un avión más flexible y rápido con un solo motor. Un arma más 'quirúrgica' que se adapta a los nuevos tiempos. Debido a eso, el precio de venta del Sukhoi Checkmate oscilaría entre los 25 y los 30 millones de dólares dependiendo de la versión.
Para ponerlo en contexto, el precio del F-35A -modelo con el que se compara- es de unos 80 millones de dólares por unidad. Moscú espera que tenga demanda de naciones en Medio Oriente, la región de Asia Pacífico y América Latina. Ubicaciones en las que Rusia cuenta con los mayores aliados.
Se espera que el primer prototipo alce el vuelo en algún momento del año 2023 y las primeras unidades de producción comiencen a salir de las líneas de montaje en el 2026. Según las estimaciones de Moscú, los planes pasan por producir unas 300 unidades en 15 años.
También te puede interesar...
- El avión ultrasecreto de EEUU que analiza a cazas y bombarderos furtivos
- La clave del éxito para vuelos hipersónicos: un material que no se altera con el calor
- El Concorde que volará en 2029: viajes supersónicos para cruzar el Atlántico
- Xian H-20, el primer bombardero furtivo y nuclear chino para rivalizar contra EEUU