El desarrollo de la quinta generación de cazas se ha convertido en una guerra industrial por ver quién es capaz de desarrollar la aeronave de combate más avanzada. Las más adelantadas de la clase son Estados Unidos y Rusia con algunos modelos ya fuera de la línea de montaje y otras como España que se encuentran diseñando el FCAS junto algunos países bajo el paraguas de Airbus.
Dos de los ejemplares más famosos de esta quinta generación son los Lockheed Martin F-35 y los Sukhoi Su-57. La apuesta estadounidense y la rusa, respectivamente. Como dos caras de una misma moneda que luchan -de forma figurada- por conseguir ganar la generación. Sobre plano, dos aeronaves muy diferentes que responden exactamente a la misma necesidad: la superioridad aérea.
"El Su-57 matará a un F-35 con facilidad si se encuentran uno para uno. El F-35 no puede maniobrar, simplemente es incapaz. Pero tiene poder electrónico". Son palabras del expiloto de pruebas ruso Magomed Tolboyed. "La electrónica puede ser interrumpida incluso por una erupción solar". Eventos solares a un lado, la 'guerra fría' entre ambas naciones también se libra en el terreno tecnológico y en las capacidades de cada avión. Cada uno con unos pros y unos contras.
Quinta generación
Por el momento, la quinta generación estadounidense es la única que ha demostrado su valía en el campo de batalla. El primer reporte público de uso del F-35 lo difundió Israel, uno de los socios preferentes de Estados Unidos, en mayo de 2018. "Estamos volando el F-35 por todo Medio Oriente y ya hemos atacado dos veces en dos frentes diferentes", declaró el general israelí Amikam Norkin.
Pero los días en los que el piloto de caza se jugaba regresar a la base sano y salvo en combates 'cuerpo a cuerpo' se terminaron hace mucho. Ahora el campo de batalla se juega en el terreno electrónico. Y así lo reconoce el expiloto de pruebas ruso. "Hoy, ya no peleas uno a uno. Todo depende de tu soporte. Hoy hay guerra electrónica". Entonces, ¿quién es el mejor caza de quinta generación?
Aunque el F-35 ya esté más que probado, la función del Su-57 no ha hecho más que empezar. Según algunos reportes, Rusia habría desplegado el Su-57 sobre Siria en 2018, más como campo de pruebas que por misiones reales, pues la aeronave todavía no estaba del todo terminada.
Tras acumular varios retrasos, la primera unidad del modelo de Sukhoi la recibió el ejército de Rusia el pasado día 25 de diciembre y la cadencia de entregas promete mantener cierta estabilidad hasta, al menos, 2028.
En cuanto a especificaciones, el Sukhoi Su-57 cuenta con un peso máximo al despegue de 35.000 kilogramos y tendrá un par de motores con empuje vectorial (capaz de dirigir el empuje) de 107.9 kN. Motores que se encuentran actualmente en desarrollo y cuyas primeras unidades de cazas recurren a modelos más antiguos. La velocidad máxima se estima en Mach 2 (dos veces la velocidad del sonido) con un crucero sostenido de Mach 1.6, una altitud máxima de 20.000 metros y un rango de 1.500 kilómetros en 'modo' supersónico.
En lo relativo a armamento, el Su-57 irá servido de las últimas novedades rusas. Entre ellas, misiles aire-aire, aire-tierra, misiles antiembarcaciones y antirradiación para usarlos contras equipos electrónicos como radares. En total, 6 anclajes internos y otros 6 externos para llevar armamento; el que más equipamiento puede albergar de su clase. Además del cañón de 30 milímetros que viene de serie, con capacidad para equipar uno más si así se requiere.
Precisamente, una de sus particularidades es la de pasar desapercibido a los radares enemigos. Una de las características 'obligatorias' para que un avión pueda considerarse de quinta generación y una de las razones por las que el Eurofighter se queda fuera.
El Su-57 usa materiales especialmente desarrollados para absorber la radiación de los radares enemigos y dejar una huella lo menos marcada posible. Los planes de Rusia prevén tener 76 Su-57 operativos para el año 2028.
Por su parte, del Lockheed Martin F-35 conocemos prácticamente todos los detalles. Al ser una aeronave que se puede exportar a otros países como Japón, Italia o Reino Unido, no hay lugar para los secretos.
El F-35 cuenta con un peso máximo al despegue de 31.751 kilogramos y está impulsado por un solo motor firmado por Pratt & Whitney con un empuje de 120 kN. En cuanto a rendimiento, cuenta con una velocidad máxima de Mach 1.6, una autonomía de combate que llega hasta los 1.239 kilómetros y un techo de vuelo de 15.000 metros.
Aunque su parte más atractiva se encuentra en el ataque. El F-35, al ser un modelo más pequeño que el Su-57, incorpora con un total de 6 anclajes para misiles aire-aire, aire-superficie y antiembarcaciones; a lo que se añade un cañón de 25 milímetros. Además de todo el equipamiento de última tecnología necesaria para llevar a cabo labores de guerra electrónica.
Al igual que el modelo ruso, el Lockheed Martin F-35 cuenta con características furtivas para pasar lo más desapercibido posible a los radares. Además de su pintura absorbente, el perfil de la aeronave la hace especialmente complicada de detectar.
El exclusivo de EEUU
El Lockheed Martin F-35 no es el único avión de quinta generación que tiene Estados Unidos. El F-22 Raptor es, probablemente, la joya de la corona del país norteamericano que guarda con recelo los secretos de su construcción y equipamiento.
A diferencia del F-35, el Lockheed Martin F-22 tiene prohibida la venta al extranjero al contar con tecnologías consideradas secretas. Como la pintura, fabricada de materiales especiales y composición secreta que debe corregirse cada muy poco tiempo. El F-22 se dejó de fabricar en el año 2011 tras considerarse un proyecto demasiado caro para las amplias arcas estadounidenses apoyando la construcción del F-35.
En cuanto a especificaciones, el F-22 tiene un peso máximo al despegue de 38 toneladas y está impulsado por un par de motores Pratt & Whitney de 116 kN cada uno, prácticamente el doble que el F-35. Que consiguen impulsarlo a Mach 2.25 (2,25 veces la velocidad del sonido) y proporcionar una autonomía que va desde los185 kilómetros en supercrucero a los más de 800 en combate estándar.
En lo relativo a armamento, cuenta con un cañón de 20 milímetros, misiles aire-aire, aire-superficie y todo lo necesario para llevar a cabo guerra electrónica. Todavía hoy, 10 años después de que la cadena de montaje se detuviera, el F-22 es uno de los aviones más avanzados de la quinta generación y con varias décadas por delante de vida útil.
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