Globos estratosféricos como armas militares: así espiará EEUU a miles de metros de altura
Estados Unidos trabaja en varios programas de vigilancia e inteligencia para los que el uso de globos en altas capas de la atmósfera será clave.
30 noviembre, 2021 06:02Noticias relacionadas
Lejos del uso recreativo que tienen los globos aerostáticos en España, este transporte aéreo está adquiriendo popularidad como herramienta militar y sistema de comunicación al ascender hasta la estratosfera. A pesar del fracaso del proyecto Loon de Google, los globos siguen siendo una tecnología en desarrollo que podría servir en futuras guerras y estrategias de espionaje.
Su bajo coste de fabricación es una de las cualidades que convierten a los globos estratosféricos en una alternativa a los satélites de vigilancia en misiones militares. Pueden pasar desapercibidos ante los radares enemigos y servir como transporte encubierto de sensores y armamento.
El Departamento de Defensa de Estados Unidos y la NASA, junto a empresas privadas, trabajan en proyectos de inteligencia donde los globos tienen un papel protagonista. Se espera que detecten armas hipersónicas, al mismo tiempo que se utilizarían para desplegar sensores de espionaje en otros países sin ser detectados.
Programa COLD STAR
Los aviones y satélites suponen un importante coste para los ejércitos, además son objetivos fácilmente reconocibles por los sistemas de radares y los de vigilancia de lanzamientos. Por no hablar del trabajo que supone lanzar los satélites a la órbita terrestre. Esta serie de impedimentos impulsa a los países a buscar otras herramientas con las que completar su alcance militar.
El programa COLD STAR (abreviatura de COvert Long Dwell STratospifer ARchitecture) es un ejemplo del esfuerzo que Estados Unidos está haciendo por convertir los globos estratosféricos en su as en la manga frente a futuros ataques. Este programa persigue crear globos de reconocimiento capaces de atravesar las líneas enemigas sin ser detectados.
Los presupuestos del Departamento de Defensa para 2022 sugieren que los globos contarán con tecnología capaz de detectar misiles hipersónicos, los cuales están diseñados para alcanzar objetivos a grandes distancias. La empresa World View trabaja con el Pentágono y la NASA para mejorar sus globos Stratollites.
La esfera de más de 22.000 metros cúbicos de plástico es transparente al radar, mientras que la góndola se camufla al no estar diseñada con líneas rectas. Al no tener esquinas, la cesta pasa más desapercibida ante los radares que suelen reflejarse mejor en el diseño de los aviones. De esta forma, se estaría pensando en darles la silueta de un huevo antes que crear una típica canasta para globos.
Estos objetos capaces de alcanzar la estratosfera se pueden considerar casi furtivos, al estar tan altos y no emitir calor. Tradicionalmente, los radares no muestran aquellos objetos que se mueven a baja velocidad debido al famoso filtro antiaves y que también aprovechan algunos drones.
No son completamente invisibles, a más de 20.000 metros de altitud los globos Strarollite pueden detectarse si reflejan la luz solar en su superficie. No sería la primera vez que se confunde el reflejo de globo con un ovni y acaba siendo protagonista de historias conspiranoicas.
No obstante, además de ser discretos, otra de sus atractivas cualidades es la vigilancia estática. Son capaces de mantenerse en un mismo punto en el aire durante largos períodos gracias a modernos sistemas que miden los patrones del viento.
Los Stratollite pueden cambiar de altitud, atrapar una corriente de viento o mantener su posición a pesar de las condiciones atmosféricas durante cuatro días. Esto les convierte en un poste de vigilancia flotante. El globo de COLD STAR tiene navegación autónoma, sensores de alta fidelidad e inteligencia artificial a bordo
Tecnología a bordo
Dentro de la canasta, los globos pueden portar toda clase de tecnologías como cámaras, receptores de señales electrónicas o incluso, enjambres de drones con los que atacar en un momento dado. La publicación Popular Mechanics explica cómo el ejército estadounidense ha aprovechado las ventajas de los globos para esparcir miles de sensores de radiofrecuencia destinados vigilar el ciberespacio.
Estos pequeños dispositivos se lanzan en grandes cantidades por el territorio de otros países con la intención de registrar la actividad de las redes de comunicación dentro del país. Las ondas de radio, así como las redes WiFi se analizan creando un mapa con las posiciones en las que se encuentra el objetivo que está siendo espiado, hasta dar con bases de lanzamiento de misiles ocultas, por ejemplo.
Se trata de un método similar el proyecto CICADA, que despliega desde los globos placas con forma de avión con los que recopilar datos. Desde el aire, el globo sirve como nodo de comunicación entre los sensores y la sede militar más cercana en una segunda fase de la operación.
Los Stratollites de World View son globos reutilizables que vigilan la superficie terrestre recopilando imágenes con una resolución hasta 15 veces mejor que la que ofrecen los satélites espaciales comerciales, como muestra de la variedad de usos que pueden tener los globos.
Fuera de las fases de vigilancia, esta nueva herramienta militar puede servir a propósitos más activos. Por ejemplo, ocultos en la góndola, pequeños drones aguardan el momento de ser liberados y convertirse en un enjambre de ataque.
Programa TRIPPWIRE
En último lugar, los presupuestos del Departamento de Defensa de EEUU mencionan otro programa llamado Trippwire. Al igual que el programa COLD STAR, está en desarrollo, pero si tiene menos información sobre sus posibles usos. "El comité entiende que las tecnologías de Trippwire aún requieren que se prueben las actividades de evaluación antes de que puedan hacer la transición a los servicios militares como un programa de registro", según se puede leer en el documento.
Desde Popular Mechanics lo describen como una "guerra entre globos". Los experimentos tratarán de demostrar la capacidad de derribar globos en pleno vuelo. Acabar con ellos sería más complicado que apuntar y derribar a un avión, al no estar presurizados o no tener grandes tanques de combustible que estallen.
Tras la salida estrepitosa de Afganistán, las grandes potencias estarían priorizando las operaciones en el aire, con satélites, aviones y donde los globos pueden tener gran presencia. Son equipos fáciles de reemplazar, cargados de la última tecnología y sin poner en peligro vidas de soldados.