La Virgen del Acueducto de Segovia que fotografían los miles de turistas que pasan por la ciudad no es la original, sino una réplica que desde hace años sustituye a la auténtica estatua, la cual descansa en un museo para su conservación. La que ven los visitantes es una recreación impresa en 3D realizada con fotogrametría por Néstor F. Marqués, arqueólogo segoviano que ha hecho de esta tecnología su profesión y hobby.
Utiliza esta técnica para documentar y divulgar el patrimonio histórico de España, al mismo tiempo que la aprovecha para virtualizar en 3D recuerdos únicos de sus viajes por el mundo que después imprime. "Es muy sencillo de hacer y consigues verdaderas maravillas. Si ves a una persona en un museo dando vueltas y haciendo fotos, ya sabes lo que está haciendo" bromea en entrevista teléfonica a EL ESPAÑOL - Omicrono.
Marqués, auténtico apasionado de la historia de la Antigua Roma, es cofundador de 3D Stoa y la escuela Kore Formación en la que los cursos de fotogrametría se han popularizado entre profesionales de muchas disciplinas "fotógrafos, arquitectos, arqueólogos, historiadores, restauradores, un arco bastante importante de profesionales que se están interesando en estas tecnologías. Y luego también tenemos mucha gente de cualquier otro ámbito profesional que simplemente por hobby se están metiendo en esto". Además se ha convertido en un rostro conocido gracias a su colaboración en el programa de TVE El condensador de fluzo o por su canal de Twitter Antigua Roma al Día.
Souvenirs impresos en 3D
De los museos a las casas, la fotogrametría que con fuerza está inundando los procesos de trabajo dentro de museos o en estudios de arquitectura, a pesar de todavía no se enseña en muchas universidades como reclama Néstor, está llegando a los hogares como una forma de disfrutar el arte. Así pues, cada uno puede llegar a imprirse en casa su pieza favorita de la Antigua Roma. "Se ha democratizado, ahora todo el mundo puede usar la cámara de su móvil para virtualizar cualquier objeto".
Gracias a esta democratización, el despacho de Néstor está lleno de figuras que ha capturado por el mundo, cuenta que su favorita es El Toro de Farnesio del Museo de Nápoles, una de las esculturas más grandes del mundo romano con más de cinco metros de alto, "no creo que mucha gente pueda tener esta pieza a no ser que la allá virtualizado".
Cuenta que en unos 10 minutos se pueden hacer fotos suficientes para conseguir un modelo bastante decente, aunque no tenga la calidad profesional. Después con una impresora 3D es posible fabricar una recreación de unos pocos centímetros de alto para decorar una mesa y tener un recuerdo único de la visita, pero ¿qué más posibilidades ofrece esta técnica?
Entre videojuegos y conservación
La fotogrametría llegó por casualidad a su vida en 2012 cuando esta técnica aún estaba en pañales, "lo que se podía conseguir era bastante pobre en cuanto a calidad, pero parecía algo interesante y empecé a formarme por mi cuenta, porque en esa época no existían escuelas". Diez años después la calidad de la fotogrametría ha dado un gran salto permitiendo detallar desde el color de los objetos, hasta el relieve de los cuadros, incluso es posible realizar fotogrametría ultravioleta e infrarroja para ver el trasfondo de las obras.
A través de cámaras de alta resolución se toman fotografías desde todos los ángulos de un objeto, pueden ser entre 50 hasta cientos de fotos dependiendo del objeto. Sin necesidad de láseres ni escáneres, un programa de ordenador reconstruye el objeto en 3D mediante esas fotografías y triangulando las posiciones de las cámaras. "Si se hace una buena toma de datos, luego el procesado es muy simple y se ha automatizado hasta niveles que no podríamos imaginar, el salto evolutivo que ha dado la tecnología es increíble, parece magia".
Esa evolución técnica que ahora se están impulsando entre los museos para documentar, estudiar y divulgar el patrimonio se lo deben al mundo de los videojuegos y a las películas de Hollywood, "hay que darles las gracias porque el desarrollo tecnológico viene de ahí, de juegos como Assassins Creed centrado en la antigua Roma, la antigua Grecia, Egipto, todos estos videojuegos ya utilizan modelos 3D de objetos que existen".
Tras el incendio de la Catedral de Notre-Dame de París, muchos usuarios utilizaron el videojuego Assassin's Creed Unity para visitar la recreación virtual de la estructura que había desaparecido con las llamas. Esta es una de las ventajas de la fotogrametría, la posibilidad de preservar el patrimonio como hizo Google con el "León de Mosul" la escultura del 860 antes de Cristo que el Daesh destruyó. "A pesar de que hemos perdido ese objeto en la realidad se han hecho proyectos que han recopilado imágenes tomadas por turistas, en su mayoría también por investigadores de las estructuras, es lo que se llama fotogrametría involuntaria", explica.
De utilizar simples bocetos a la fotografía en dos dimensiones y ahora la virtualización en 3D, la tecnología y el estudio de la historia van uniendo sus caminos facilitando la labor de los historiadores y arqueólogos, a la vez que la historia se acerca a los usuarios. Esta tecnología ha tenido un gran peso durante la pandemia, cuando los museos debían acercase a las casas y ahora posibilita la creación de exposiciones más interactivas.
Del mar al PC
En un hilo de Twitter en Antigua Roma al día, Néstor anima a sus seguidores a imprimir en 3D muchos de los objetos que él ha virtualizado y que comparte en la plataforma Sketchfab. Allí se encuentran esculturas como la de Diego de Velázquez frente al Museo del Prado en Madrid para la que usó una pértiga con la que llegar a lo más alto.
También hay objetos muy pequeños como estas dos monedas acuñadas por Nerón y halladas en el estudio del pecio Bou Ferrer un barco comercial romano encontrado a 500 metros de la costa de la ciudad de Allon por Pepe Bou y Antoine Ferrer en 1999 y que ahora los arqueólogos acuáticos están estudiando.
Miles de ánforas romanas y otros tantos objetos están pasando por un estudio exhaustivo en el que la fotogrametría tiene un gran peso. Virtualizar esos objetos sirve también para comparar la conservación de los mismos con el paso del tiempo, así como analizar el impacto del terreno en una excavación o poder conocer los hallazgos en su época de máximo esplendor.
En el caso del barco, desde 3D Stoa están recreando su imagen original, un trabajo que después puede servir para ilustrar mejor la historia en los museos con realidad aumentada o con recreaciones impresas en 3D que puedan tocar los visitantes invidentes.
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