China ha pasado de ser un país prácticamente ajeno al espacio a convertirse en una de las grandes potencias mundiales en muy poco tiempo. Prueba de ello es el reciente lanzamiento de las primeras piezas de su particular estación espacial y de un viaje relámpago a la Luna para traer muestras en muy pocos días. En esta misma línea, la Administración Nacional del Espacio del país acaba de anunciar un programa que promete proteger la Tierra de los asteroides.
Estos cuerpos celestes se han convertido en una preocupación para los científicos que ven cómo miles de ellos se encuentran en las cercanías del planeta y pueden suponer un problema importante. El primer paso del sistema será "establecer una red integral de seguimiento y alerta temprana a través del despliegue de satélites e instalaciones terrestres", según explicó el viernes Wu Yanhua, subdirector de la Administración Nacional del Espacio de China (CNSA).
Para ello, la agencia espacial categorizará los asteroides más cercanos a la Tierra y los analizará para evaluar si pueden convertirse en una amenaza para la humanidad. "Después estudiaremos las tecnologías que se puedan usar para neutralizar las amenazas", dijo Wu Yanhua.
"Experimentaremos para verificar tecnologías y métodos sobre cómo desviar un asteroide que se dirige a la Tierra. Nos permitirá explorar formas de evitar la amenaza de cuerpos extraterrestres para la Tierra", completó.
La primera misión experimental tiene previsto lanzarse entre el 2025 y 2026. Se tratará de una nave de observación que se colocará cerca de un asteroide y que servirá a los científicos como toma de contacto para evaluar posibles soluciones. Por el momento, la CNSA no ha aportado más detalles acerca de esta misión.
El plan de actuación para implantar el sistema de defensa pasa por el desarrollo de un software de simulación de defensa y la organización de ejercicios para llevar a cabo procedimientos esenciales. "Queremos compartir nuestras soluciones con otros miembros de la comunidad internacional y trabajar con otros para salvaguardar la seguridad del planeta madre y su gente", comentó.
Armageddon chino
Un grupo de investigadores del Centro de Ciencias Espaciales de Pekín publicaron el pasado julio la respuesta a un encargo gubernamental que planteaba el potencial impacto del asteroide Bennu contra la Tierra. La solución aportada consistió en enviar una flota de cohetes y hacerlos chocar directamente contra el asteroide.
Bennu tiene alrededor de 500 metros de diámetro y una masa estimada de 60 millones de toneladas. Con esos cálculos, los científicos estimaron que se necesitan unos 23 cohetes Long March 5 para desviar la trayectoria al asteroide.
"La propuesta de mantener la etapa superior del cohete como una nave espacial de guía, haciendo un gran 'golpeador cinético' para desviar el asteroide, es un concepto bastante bueno", según declaró el profesor Alan Fitzsimmons, del Centro de Investigación de Astrofísica en la Queen's Universisty de Belfast, a Reuters.
El cohete Long March 5 es la espina dorsal de la Administración Espacial china para sus vuelos interplanetarios como Marte o la Luna. Tiene una altura de 60 metros por 5 de diámetro y puede disponer de hasta 3 etapas de propulsión que le acercan a las 900 toneladas de peso de lanzamiento.
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