La evolución de los misiles antibuques, como el que consiguió hundir al Moskva hace unas semanas, hace que cada vez sea más necesario contar con contramedidas a bordo. Ahora, la compañía Escribano Mechanical & Engineering, con sede en la localidad madrileña de Alcalá de Henares, ha mostrado recientemente su modelo Sentinel 25 RFG como propuesta de tecnología nacional para la Armada.

Los preferidos de los ejércitos son los llamados sistemas de artillería antimisil (CIWS, de sus siglas en inglés) que se instalan como torretas en la cubierta de las embarcaciones y sirven para derribar amenazas antes de que impacten. Una tecnología adoptada por este sistema nacional con el que la rama naval del ejército español puede equipar sus buques de guerra. El Ministerio de Defensa, a través de la Dirección General de Armamento y Material (DGAM), aprobó el contrato de evaluación del Sentinel 25 RFG aportando 250.000 euros como primera partida.

Este último desarrollo de Escribano tiene su base en la torreta Sentinel 30, que presumiblemente se convertirá en la estación de armas de referencia de la futura flota de fragatas F-110. De ella obtiene algunos de los sistemas clave como la plataforma de giro de la torreta que, además, incorpora un sistema de estabilización.

Sistema antiaéreo español

Los sistemas de artillería antimisil se encuadran dentro de las contramedidas que los ejércitos instalan en las embarcaciones para repeler ataques. La mayoría de los buques modernos ya disponen de este tipo de armamento que siguen dos corrientes muy distintas: la que emplea cañones multitubo o los que optan por sistemas de lanzamiento de misiles para derribar estas amenazas.

La Sentinel 25 RFG se encuadra dentro de la primera categoría de CIWS y utiliza la carta de radares propios del barco para la detección. Además, dispone de un sistema de giro y estabilización desarrollado por la propia Escribano que monta un cañón de calibre 25 milímetros GAU-12/U fabricado por la compañía estadounidense General Dynamics.

Sentinel 25 RFG Escribano

La GAU-12/U es uno de las armas de su tipo más utilizadas de todo el mundo y su diseño data de finales de los años 70 del siglo pasado. Dentro de España, se puede encontrar instalada en los cazas de despegue y aterrizaje vertical Harrier que actualmente sirven dentro de la propia Armada. Que la usan como cañón principal y complementario a otras municiones como misiles.

Este cañón rotativo de 5 tubos tiene una longitud de 2,11 metros y cuenta con un peso de 122 kilogramos, donde no están incluidos otros sistemas de soporte que sí lleva el Sentinel 25 RFG. La ficha técnica se completa con una cadencia que se mueve entre los 3.600 y los 4.200 disparos por minuto con una velocidad de salida del proyectil de 1.000 metros por segundo.

Sentinel 25 RFG Escribano

El esquema de funcionamiento se basa en la detección por radar de amenazas protagonizadas principalmente por misiles —aunque estos sistemas también pueden actuar contra otros como drones o aeronaves tripuladas— que comanda directamente la torreta. Con esta información, los CIWS giran y comienzan a disparar en el momento adecuado realizando barridos para intentar derribar al blanco. Todo este proceso se ejecuta en centésimas de segundos.

Una de las particularidades de los CIWS es su corto radio de acción si se compara con otros sistemas de protección aérea. Las unidades más avanzadas —de la Sentinel 25 RFG no se tienen datos todavía— disponen de un rango efectivo máximo de unos 5 kilómetros, aunque lo más común es que sea de unos centenares de metros. Debido a esta particularidad, el tiempo de reacción y de giro es clave si se quiere atajar la amenaza.

También se da la opción de incorporar el modelo GAU-22/A de 25 milímetros fabricado también por General Dynamics y que se establece como una versión sensiblemente más moderna. Este cañón fue diseñado exclusivamente para incorporarse en los cazas de quinta generación F-35 y reduce sensiblemente la capacidad de disparo por minuto a cambio de obtener una mejor precisión.

Por el momento, no se conocen más detalles sobre la licitación ni de los requisitos técnicos que debe tener el CIWS para cumplimentar las necesidades de la Armada, según recogen en Infodefensa. Así que tan solo queda esperar a que avance el desarrollo de la adquisición.

Meroka

El Meroka fue el primer CIWS desarrollado en España por la otrora FABA Sistemas, hoy conocida como Navantia Sistemas y encargada del diseño y fabricación de los sistemas de control para embarcaciones como la Clase Álvaro de Bazán, los Buques de Acción Rápida o los submarinos S-80.

Este sistema de artillería antimisil consiste en una batería de 12 cañones dispuestos en dos hileras de 6, una sobre la otra. Al igual que el Sentinel 25 RFG, su misión principal es la de derribar amenazas aéreas como misiles o aeronaves y lo hace con una aproximación un tanto diferente a la propuesta de Escribano.

Meroka en el portaaviones Príncipe de Asturias Outisnn vía Wikimedia

En lugar de emplear un cañón rotatorio, dispara sus cañones fijos de forma individual secuenciando el fuego para crear una barrera de proyectiles. Estos 12 cañones automáticos son los Oerlikon de 20 milímetros de calibre que se complementan con un sistema de radares con cobertura a 5.000 metros.

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