Cumplidos los 100 días de guerra, los países de la OTAN —entre los que se encuentra España— continúan con los envíos de material bélico. A principios de esta semana Joe Biden anunciaba el envío de sistemas lanzamisiles de largo radio y ahora es el turno de su homólogo germano Olaf Scholz quien ha mostrado la intención de proporcionar a Ucrania el escudo aéreo IRIS-T con el que podrá proteger grandes extensiones de territorio del ataque de helicópteros, cazas y misiles.
"El gobierno decidió que entregaremos el sistema de defensa aérea más moderno que tiene Alemania en el formato IRIS-T", comentó el propio canciller Scholz. "Esto permitirá al gobierno ucraniano defender ciudades enteras de los ataques con misiles rusos".
Si bien el modelo exacto no se ha anunciado todavía, Reuters recogió hace unas semanas la intención del gobierno alemán de proporcionar unidades tierra-aire del sistema de defensa, denominada como SL (Surface Launch o Lanzamiento desde Superficie). Aunque no será todo lo inmediato que quiere Zelenski.
"Tomará un tiempo, meses", afirmó la ministra de Relaciones Exteriores germana. Quien también apuntó a que el armamento, fabricado por la también alemana Diehl Defence, estaba inicialmente destinado a servir en otro país. Además del IRIS-T, el lote se completa con el envío de radares de última tecnología y lanzadores de cohetes múltiples, un arma similar a los HIMARS y M270 que Estados Unidos enviará a Ucrania.
Escudo antiaéreo
El desarrollo del sistema de defensa aérea tuvo su primera etapa en los años 90 con la necesidad de Alemania —ya reunificada— de tener tecnología propia de misiles aire-aire. Una vez asentados y puestos en servicio en 2005, la Fuerza Aérea de Alemania se unió al programa MEADS que buscaba una sustitución a los sistemas antiaéreos estadounidenses Patriot.
El objetivo era aplicar las nuevas tecnologías disponibles y relevar, junto a otros países de la OTAN, la propuesta norteamericana. Posicionándose los misiles IRIS-T como el candidato perfecto. Para ello, Diehl Defence llevó a cabo una serie de "adaptaciones selectivas" a la munición base; incluyendo una sección de nariz más aerodinámica que le permite aumentar notablemente el rango efectivo y la altitud alcanzada.
Otra de las particularidades del misil IRIS-T es su sistema de propulsión con empuje vectorial. La tobera por la que salen los gases de la combustión es direccionable y le proporciona "la aceleración lateral máxima directamente después del lanzamiento, lo que le permite adquirir objetivos a muy corta distancia", según lo describe Diehl Defence.
En cuanto al sistema de guiado, emplea un buscador por infrarrojos que utiliza la radicación —calor— emitida por los objetivos como fuente de información primaria para conocer su posición. Cuenta con una "aproximación terminal de alta precisión con extraordinaria probabilidad de impacto directo".
La primera vez que se probó un IRIS-T SLM completo con todo el ecosistema de radares con representación internacional fue en 2014. Esto da una idea de lo moderno del sistema que Alemania se ha comprometido a enviar a Ucrania.
Como plataforma de lanzamiento emplea un camión 8x8 junto con otro vehículo que acarrea el radar multifunción. Este último es capaz de rastrear varios objetivos a la vez y proporciona la información necesaria para que los misiles alcancen a aeronaves enemigas de todo tipo, misiles antirradiación, bombas guiadas, drones y otros cohetes.
El vehículo radar incluye compatibilidad con sistemas de barrido electrónico activo AESA con protección en los 360 grados y un rango de cobertura de unos 250 kilómetros con una elevación de 90 grados. Creando una cúpula de detección a gran escala.
Una vez detectada la amenaza, el IRIS-T lanza el misil que continuamente está recibiendo en tiempo real la posición del objetivo gracias al radar. Cuando entra en fase terminal, a poca distancia de abatirlo, el sistema infrarrojo se enciende para conseguir un extra de precisión.
Una de las características más importantes de este modelo de misil es que no emplea un radar a bordo. Esto le proporciona gran capacidad de resistencia a ser atacado con guerra electrónica; que le dejaría fuera de juego en cuestión de centésimas de segundo.
Por su parte, el lanzador será el encargado de disparar los misiles IRIS-T que permiten un rango de acción efectiva de unos 40 kilómetros y unos 20.000 metros de altitud con posibilidad de lanzamiento en los 360 grados. Sin necesidad de mover el vehículo.
La otra pata del ecosistema el puesto de mando y control dedicado a la vigilancia del espacio aéreo, la evaluación de las amenazas y la asignación de armas, el control de disparo, la planificación de la misión y servir con nodo de telecomunicaciones.
Compañero soviético
Si finalmente sale adelante el envío del IRIS-T, el alemán tendrá que compartir papel con el escudo soviético S-300 que actualmente tiene Ucrania desplegado en algunas posiciones clave del país.
Desarrollado en los años 60, su tecnología prácticamente obsoleta en la actualidad comenzó su etapa de servicio a finales de los 70 y por el momento es el único en su especie en servir bajo las órdenes de Zelenski. A las unidades nacionales, se sumaron a finales de marzo algunas provenientes de Eslovaquia, que acordó el intercambio con Estados Unidos y recibió sistemas Patriot más avanzados.
El radar de vigilancia tiene una cobertura de unos 300 kilómetros mientras que el sistema de seguimiento —empleado para trasladar información al misil— llega hasta los 200. La munición, protagonizada por el misil 5V55R, tiene un alcance de 75 kilómetros con una velocidad máxima de 1.900 metros por segundo.
Según algunos reportes, y sin contar con las unidades eslovacas, unos 30 lanzadores sobrevivieron a la anterior guerra de Crimea en 2014. Aunque todo apunta a que algunas de ellas hayan caído en combate en esta invasión.
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