El fundador de Steam planta cara al Neuralink de Elon Musk: su chip cerebral ya se está probando en humanos
Starfish Neuroscience, la nueva empresa de Gabe Newell, promete hacer competencia al actual CEO de X a base de innovación tecnológica.
10 abril, 2024 19:15Elon Musk ha saltado a la fama por muchas cosas. Entre ellas está Neuralink, su firma dedicada a desarrollar implantes cerebrales. En España, dicha compañía ha estado envuelta en polémicas no demasiado agradables. Ahora se le presenta un nuevo e inesperado contrincante: Starfish Neuroscience, una empresa cofundada por el mismísimo Gabe Newell, CEO de Valve y responsable de Steam.
Los aficionados a los videojuegos reconocerán sin duda a Gabe Newell por ser el máximo exponente de Steam, la plataforma de compra-venta de videojuegos más importante del mundo. Parece ser que Newell ha dedicado parte de las ganancias de Valve a crear Starfis Neuroscience, firma dedicada a la creación y desarrollo de interfaces neuronales.
Si bien la información técnica de estos chips aún no ha sido publicada, todo apunta a que la labor de Newell es hacerle la competencia a los chips cerebrales de Neuralink. Y es que en palabras de Starfish Neuroscience, la empresa del magnate es crear "la próxima generación de interfaces neuronales, resolviendo problemas importantes y mejorando la forma en la que interactuamos con el mundo".
El rival de Neuralink nacido de Steam
Fijándonos en la web de la propia Starfish vemos al equipo responsable de la compañía. En ella se encuentran ambos fundadores, el propio Gabe Newell y Rebekah Englishbee, que actúa a su vez como COO. En el plantel hay todo tipo de integrantes, como ingenieros de hardware, neuroingenieros o neurocientíficos.
No ha sido hasta que Starfish Neuroscience ha actualizado su web que no se sabía nada sobre el proyecto. De hecho, ha sorprendido enormemente ver algunas de las caras que hasta ahora estaban presentes en Valve, como es el caso de Alan Yates, que trabajó como ingeniero jefe en la sección de realidad virtual de Valve. No es raro que Newell, en pos de levantar a flote esta empresa, se haya llevado algunas de sus mejores mentes.
Desgraciadamente y pese a la actualización de la web, Newell no da información sustancial o técnica sobre el proyecto. Se limitan a asegurar que están desarrollando actualmente interfaces neuronales, con sensores y actuadores inalámbricos que destacan por ser "mínimamente invasivos". Es decir, una solución de interfaz neuronal que no sea especialmente drástica para con el paciente. Estos actuadores se usarán para cuestiones como la neuromodulación o los registros neuronales.
Además, Starfish Neuroscience asegura estar dedicada a la estimulación magnética transcraneal avanzada o TMS, por sus siglas en inglés. Van más allá, detallando que están superando los límites de estos procesos "a través de la orientación y la retroalimentación de precisión". Este es un procedimiento, por cierto, aprobado por la Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos.
Y es que estos son procedimientos que usan campos magnéticos para estimular las células nerviosas del cerebro, con el objetivo de mejorar síntomas de problemas como la depresión. La gran ventaja de esta metodología es que es un procedimiento no invasivo, ya que no requiere de ninguna cirugía mayor. De hecho, ni siquiera requiere cortar la piel misma del paciente.
De nuevo, no se sabe nada sobre el proyecto más allá de lo puesto por Newell y su equipo en la web. Sin embargo, las imágenes dan pistas sobre ello. Por ejemplo, estos actuadores y sensores prometen ser diminutos, del tamaño aproximadamente de una uña humana. Además, parece que están probando procesos como el TMS en humanos, usando maquinaria médica dedicada para ello.
Esta firma llega en un momento tremendamente débil para Neuralink, tanto por la imagen controversial de Elon Musk como por las polémicas que han salpicado a la empresa en los últimos meses. En marzo, Neuralink presentó al primer paciente de Telepatía, su implante cerebral, jugando a videojuegos con la mente. El paciente, llamado Noland Arbaugh, asegura que dicho suceso le cambió la vida.