Hace unas semanas, saltaba la noticia en España: un cohete que en un principio se creía que era de SpaceX se acabaría estrellando contra la Luna. Posteriormente, se determinó que era un modelo chino, algo que la propia China negó poco después. Independientemente de la procedencia de este cohete, lo cierto es que ya estamos en la fecha seleccionada: hoy, se producirá la colisión.
Según las estimaciones de los expertos, la colisión tendrá lugar hoy, día 4 de marzo. Se estima que la hora del impacto será sobre las 13:25 del mediodía hora peninsular española, y lo hará en la cara oculta de la Luna. Se desconoce el lugar exacto en el que caerá, pero se espera que cree un cráter de 19 metros de diámetro y que caiga a unos 2,6 kilómetros por segundo.
Aunque la procedencia de esta etapa de cohete que se va a estrellar aún no esté del todo clara, lo cierto es que esta colisión tiene un por qué. En un principio, Bill Gray, astrónomo y desarrollador del software de rastreamiento de objetos espaciales determinó junto a otros expertos que el cohete era la segunda etapa de un Falcon 9, que quedó vagando por el espacio. No pudo volver a la Tierra debido a que no contaba con combustible suficiente para realizar la reentrada, creando una órbita errática que culminará en la colisión de la pieza contra la Luna.
Hoy se estrellará el cohete
Tanto Gray como la NASA determinaron, posteriormente, que el cohete que se detectó era una pieza del cohete chino Long March 3C, que se dividió en 3 etapas distintas y que formó parte de una misión que envió una cápsula a orbitar alrededor de la Luna y probar tecnología para traer polvo lunar a la Tierra. Algo que posteriormente fue desmentido por China, ya que el portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de China, Wang Wenbin, aseguró que este cohete se había desintegrado en la Tierra. De nuevo, esto es irrelevante de cara a la colisión.
Este impacto tendrá beneficios para la comunidad científica, ya que permitirá observar material del subsuelo lunar expulsado tras el impacto del cohete, según explicó el meteorólogo Eric Berger. A esto se le suma que el propio impacto es una oportunidad muy especial de comprobar cómo se produciría una colisión de un objeto contra la superficie de la Luna, pudiendo revelar más detalles sobre cómo se producen las colisiones naturales de objetos espaciales sobre los planetas y objetos del Sistema Solar.
El punto exacto del impacto por el momento es una incógnita debido a que la radiación solar empuja a esta pieza metálica acelerándola a lo que se une la "ambigüedad en la medición de los periodos de rotación" del propio objeto. Eso sí, no es la primera vez que se han llevado a cabo programas de investigación científica que han requerido impactos contra la superficie de la Luna.
En 2009, la NASA realizó un choque controlado de una etapa superior de un cohete para confirmar la presencia de agua. Un experimento enmarcado en la misión LCROSS, que estrelló un módulo de más de 2.000 kilos y que hizo saltar 10.000 toneladas de material de la superficie. Fue una sonda la que se encargó de recoger los datos sobre las partículas suspendidas en el espacio.
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