La barbilla histórica y artúrica aireada de cierzos, de pujoles trincones, de tacticismo cuando tocaba, ha hecho un solemne corte de mangas al solarón que hay al otro lado del Ebro. Toda una peineta significativa, rotunda, el Escolta Espanya en barriobajero. Démonos por aludidos.
Con esas gafas de diseño calculado (toda Convergència tiene una miopía cool y gafapastera) ha salido hablando como en medio apache para decir, que sí, que toma ya, que un corte de mangas a ti, a mí, al PSOE, PP, Podemos y hasta a Obama si se pone, que la peineta de Mas es integradora y transnacional.
Todo en Mas es telegenia con peineta, y lo mismo en la obediencia debida al pujolismo emprendedor, al bizco que mangonea toda la tramoya, y a esa monja que llega al éxtasis -al share- cuando le sacan una estelada y se le mojan las bragas.
Y sobre esta engañifa mamada de recursos públicos puestos al servicio de un corte de mangas al seny, Pedro Sánchez y su bandera española, que acaba de ver el guapo Sánchez que su partido tenía unas siglas, y en las siglas estaba la E, y que la E era de España y que quizá ahora toca vender el cuento del patriotismo a lo que viene siendo el cinturón charnego de los Estopa.
Me dice un socialista por Madrid, represaliado por su querencia al foco, que la idea de Pdro Snchz de llevar el Senado a Barcelona es, cómo no, otra "ocurrencia", y como que de repente ahora al PSOE se le ha aparecido la Virgen del Pilar España puede hasta darles votos a ellos, que la dijeron "discutida y discutible".
Luego hablo con Cayetana Á. de Toledo, y me pone cordura porteña al asunto. Yo le tiro por la parte sentimental, pero ella, que pudiera ser musa rubia de la unidad, se pone pragmática y me dice que sobre la verdadera "trama de afectos con España" que existe en Cataluña hay algo más: la "condescendencia con el nacionalismo desde siempre".
Quiere decir uno que con Cataluña a punto de matadero, la realidad nos da unas metáforas cojonudas y un festival de baja taberna por el mismo precio. Vi cómo en Villa Segrelles (Club Siglo XXI) compararon a Rivera con el Cid, vi a Iceta con un fondo rojigualdo y a un Loquillo con canas (Albiol) por la Barcelona del ladrillo visto. Y vi a Mas como al más entrañable Bárcenas, con el dedito y la peineta.
Ni Cela…