“La frase más peligrosa es ‘Siempre lo hemos hecho así’”. Lo decía Grace Murray Hopper, una ingeniera informática de la Universidad de Harvard que desarrolló un lenguaje de programación en los años 50 que aún usan los cajeros o los semáforos y que está más extendido que Google.
Además de programadora, era almirante de la Armada. Cuando se retiró del ejército en 1986 era la militar más mayor en activo en las fuerzas armadas. La llamaban Amazing Grace.
En España no hay Harvard y escasean las amazinggrace. La causa no es sólo económica, sino cultural. Quien trata de salirse del carril marcado por la repetición del pasado suele ser perseguido y se busca con desesperación lo malo conocido sin atender a razones ni cuando los datos indican que la realidad ya ha cambiado.
Ciudadanos y Podemos han triunfado gracias al desprecio del PP y el PSOE a lo que estaba ocurriendo en España y gracias al instinto de los viejos partidos de negar los hechos para que encajaran en una visión del mundo donde se sentían más cómodos. Es más fácil minimizar la realidad nueva que adaptarse a ella. También es más sencillo escudarse en que el sistema es esencialmente corrupto que trabajar para que no lo sea. No hay peor veneno para la democracia, y para la vida, que el cinismo.
Pase lo que pase el domingo, Ciudadanos y Podemos, liderados por dos personas nacidas en democracia, ya han demostrado que ni siquiera un país tan conservador, tan apegado a la conservación, como España está condenado a la parálisis. La realidad en España ya ha cambiado, al menos en parte, y los años de crisis han servido para dar un empujón a quienes quieren hacerlo de otra manera. Pero ahora falta corregir errores.
La ingeniera Grace Hopper también fue quien difundió la palabra “bug” para definir un error en informática. El primer error que ella detectó fue un bicho de verdad: una polilla que se había colado en sus circuitos una noche de septiembre de 1947. La quitó con unas pinzas.