Susana Díaz corneó a Pablo Iglesias por el Twitter y por donde duele: "lecciones, ninguna, Iglesias". Y eso en un tuit; ahí quedó la lucha por el liderazgo de la izquierda patria y la gobernabilidad de esta nación de naciones.
España es hoy Vallecas contra Triana, la modernidad de las mareas podemitas frente al Jueves Santo de Sevilla. Azulejo del Aljarafe sevillano contra el ladrillo visto vallecano. Y un burro (asno) subvencionado por la Junta de Andalucía que quizá llegue a consejero o ministro.
Susana sabe que no tiene rival. Susana sabe por oídas que hay dos bloques que ya ha citado Pablo Iglesias: "el inmovilista" y ella. Ella es el rojerío tirando a rosa que siente español, los miarmas de España. Susana se empeñó en ser Felipe y a veces, por insistente, engaña hasta al propio Felipe. Su peronismo maternal pide paso. Tiene pocas lecturas, pero las lecciones más válidas de la vida son cuatro y se aprenden en la barra de un bar y pegando bocados en las juventudes.
Dice mi compadre Villalobos que Díaz habla como si rezase, que predica como si muriese por su pueblo: hoy en Sevilla, mañana en Madrid, pasado en la ONU. Susana tiene los resabios más simplotes y efectistas del felipismo cuando hace metafísica de algo tan obvio como que cada español venga a reconciliarse con su DNI. Ese algo es usar la autonomía de plataforma nacional. Lo primero que hizo fue caerle en gracia a la Casa Real y lo consiguió. Ahora, también, a la gente guapa del Ibex.
Una -Susana- es la España de siempre y el otro -Iglesias-, también. PI es un intento renovado de darle al foralismo algo de modernidad en las plazas. Los dos se apuñalan con metáforas del XIX, pero tienen unas hordas que los siguen. Susana va borracha de gloria y sabe que con un caderazo se merienda a Iglesias. Donde hay sultana no manda politólogo. Iglesias le resulta a la presidenta de la Junta ese enemigo flojo y perfecto cuando ella habla en nombre de los sociatas y se viene arriba. Lo comento con un número de la Ejecutiva al que le pregunto por una ristra de críticos al susanismo que empiezan a moverse en Andalucía: "ni caso, el PSOE es como la Historia de Roma".
Le pegunto por el tiempo y la suerte que van salvando a Pdr Snchz de la quema. Él me habla del "silencio de la Ejecutiva" mientras PI se despachaba a gusto con los barones.