El empeño de Rajoy de colocar a Esquerra Republicana en el tablero político podría terminar pasándole factura. Pocas horas después de la reunión entre el presidente en funciones y los representantes de esta formación, la presidenta de Baleares, Francina Armengol, ha lanzado su propia propuesta al ruedo y ha pedido un gobierno liderado por Sánchez con el apoyo de Podemos y los independentistas. El PP tiene motivos para estar nervioso: una hipotética suma PSOE (85 escaños), Podemos (71) y ERC (9) superaría a la mayoría del PP.
Es difícil que este “pacto a la balear”, que imita el acuerdo de gobierno en esta comunidad, llegue a prosperar: en el último Congreso Federal del PSOE, los barones socialistas ya dejaron claro que una de sus “líneas rojas” era entrar en el Gobierno con fuerzas independentistas. De todas formas, el error de Rajoy ha sido mayúsculo, ya que la reunión que ha mantenido con ERC ha dado pie para que dentro del PSOE surjan voces favorables a una alianza con esta formación. El PP ha fracasado por partida doble, ya que ha proporcionado legitimidad a un partido cuyo principal objetivo es destruir España y del que no podrá esperar ningún apoyo para formar Gobierno.